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Ulises Francisco Espaillat

Ulises Francisco Espaillat

Oquendo Medina

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El compromiso político de Espaillat con su patria comenzó realmente a crecer cuando, en 1845, pasó a ser uno de los fundadores de la Sociedad Patriótica de Fomento de Santiago. Cosa ésta que sirvió de palanca, dada su ejemplar trayectoria e influencia dentro del litoral social y político de Santiago, para llegar a ser miembro de la Diputación Provincial en 1848.

Dada su trayectoria de constitucionalista virtuoso participó en el Congreso Revisor de la Constitución en 1854, en donde fue designado como integrante de la Comisión redactora del Proyecto de Constitución, en su condición de diputado a la Asamblea Constituyente por su provincia.

Luego, el 8 de julio de 1857, puso su firma en el Manifiesto de la Revolución en contra de la segunda administración o gobierno de Buenaventura Báez. Y 16 días después, el 24 del mismo mes, firmó, junto con el presidente José Desiderio Valverde y otros, el Decreto de incautación oficial de los bienes de Buenaventura Báez, por considerarse que dichos bienes pertenecían al Estado. Ese mismo año escribió su importante folleto intitulado: «Memoria del bien y del mal de la República».

Desde ese instante Espaillat comprendería que se había ganado, posiblemente sin pretenderlo y mucho menos pedirlo, a un enemigo peligroso; de esos enemigos que nunca dormían y de espíritus dictatoriales, al cual jamás podría darle la espalda. Sin duda alguna, la Constitución de Moca (1857), el documento más democrático y liberal de la época, tenía plasmado, entre sus exquisitas páginas, el espíritu patriótico y puro de ese paladín llamado Ulises Francisco Espaillat.

Ahora más que nunca debemos de recordar cuando dijo: «La mayoría, pero la inmensa mayoría de la Nación, no está aún corrompida; y el modo mejor de ganarse sus simpatías, su gratitud y su completa adhesión, sería una recta administración de justicia».

Por: Oquendo Medina

oquendomedina@hotmail.com

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