Ya se está pasando balance de lo que ha sido el año en materia de espectáculos.

Y podemos decir que es uno de los mejores que hemos tenido, a juzgar por la cantidad de producciones que se han puesto en escena, exitosas todas, en los principales aforos, a casa llena.

Un año en que se ha revitalizado la plaza de Santiago, con espectáculos deslumbrantes en el Gran Teatro del Cibao.

Ya los “shows” que se presentaban solo a la capital, están yendo a Santiago porque hay un público que los respalda.

Por primera vez los grupos de música típica del Cibao han penetrado la capital, pues ante se decía que solo llegaban hasta el peaje.

Bonyé, uno de los mejores lugares de ambiente de la zona colonial de la capital, ha sido replicado con gran éxito en la zona oriental, con el nombre de su pareja Chencha.

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Los urbanos han plantado bandera en la 42 de Capotillo, delimitando el perímetro, como zona de exclusión, reclamando y poniendo de relieve que son parte de nuestra cultura popular.

Es el año en que han retornado figuras y proyectos musicales que se creían ya perdidos en el tiempo. Muchas figuras y orquestas de los 80’s volviendo al ruedo.

El año en el que se han multiplicado los precios de los covers, o derecho de admisión, pero también los contratos de los artistas.

Nunca como ahora se había cobrado tanto por los “special guest” y otras categorías de locaciones y de asientos, en las salas de presentaciones.

Por: Joseph Caceres
josephcaceres.net