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Un sábado detrás de Abinader y la odisea de un fotorreportero

Un sábado detrás de Abinader y la odisea de un fotorreportero

El presidente Luis Abinader saluda varias mujeres durante una de las actividades sabatinas en pueblos de las provincias.

Eran las 8:30 de la mañana de un sábado de verano, de esos que me corresponde trabajar el día completo.

Había llegado a la redacción de El Nacional y no bien me había tomado el primer sorbo de café cuando me interrumpió la voz del director para informarme que me había asignado junto al periodista Ronny Mateo para cubrir las actividades de ese día  del presidente Luis Abinader.

 Instintivamente fruncí un poco el ceño en forma de disgusto, sin que ellos lo notaran, al menos eso es lo que creo. Sabía  que sería uno de esos días ajetreados, pues andar detrás del Presidente en varias actividades con apenas una hora o algo más de diferencia sería, aparte de muy estresante, casi imposible. 

Quizás quienes no trabajen para medios periodísticos se pregunten “¿por que hay que andar detrás del Presidente, si el anda con su equipo de prensa para todos lados?” La respuesta es simple, el Presidente es el hombre más importante del país, y estar, a donde él vaya es una obligación ya que todo lo que haga, diga, le digan o le pase, es de interés nacional.

Agenda del día

Ese día el presidente Abinader inició su agenda de  trabajo a las 10:39 de la mañana, con una visita de supervisión a la obra en construcción de la entrada a la ciudad capital, próximo al puente Juan Bosch, acompañado de la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, actividad estaba programada para unos cuarenta minutos antes.

Luego ambos pasarían a ver cómo iban los trabajos de la segunda etapa del proyecto de remozamiento de la Duarte con París y entornos, y de ahí trasladarse al Paseo Marítimo del Malecón, frente a la Ciudad Ganadera, donde la alcaldía interviene la zona para transformarla en un bello boulevard.

De esas tres actividades solo pudimos cubrir la primera, que fue en la entrada de la ciudad. No pudimos llegar a la segunda y por esa razón nos olvidamos de ir al malecón (tercera actividad) y seguimos directo a  donde el presidente Abinader entregó 120 apartamentos del Plan Nacional de Vivienda Familia Feliz, en el sector Los Americanos ll, en Los Alcarrizos.

Recuerde que a cada actividad que uno llega hay que pasar un cerco de seguridad, con agentes del Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep) que muchas veces poco le importa que sea usted periodista o ciudadano que asiste al evento.

Entrar sin hacer fila dependerá de que  uno de los militares de seguridad no quiera hacerle pasar un momento, porque “están haciendo su trabajo”. Ahora bien todo se complica cuando los reporteros gráficos principalmente son colocados en lugares inadecuados para hacer su trabajo. Lejos de la mesa principal, sin poderse mover para ningún lado, además de que siempre hay decenas de personas delante del lugar donde la gente se para y se mueve a su antojo sin importar que entorpezcan la visibilidad de los fotógrafos y camarógrafos.

Como si todo esto fuera poco, los reporteros de la Presidencia  cuando el jefe del Estado debe hacer cortes de cintas, dar paladas,  entregar llaves o cualquier otra cosa, se ponen delante impidiendo  que los demás realicen su trabajo. 

Al terminar la entrega de apartamentos Abinader prosiguió a la inauguración de una estancia infantil, a cargo del Ministerio de Educación, que dará servicio a Los Alcarrizos ll, kilómetro 18 de la Autopista Duarte, el equipo de El Nacional que cubría al mandatario no pudo llegar al lugar.

Tres actividades aún faltaban para terminar ese ajetreado e inusual sábado. Eran algo más de las 2:00 de la tarde cuando llegamos a la avenida Los Beisbolistas, en Manoguayabo, en donde el Presidente inauguró un tramo  remozado  por el Ministerio de Obras Públicas. Cientos de personas llenaron las calles del sector dificultando por horas el tránsito por el lugar.

Abinader terminó su  agenda con las visitas a la construcción del túnel para el Metro, coordinada por la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), y  a la construcción de la estación del teleférico, a cargo de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios y Entornos (Urbe), en  Los Americanos,   Los Alcarrizos.

Quince minutos o menos duró esta actividad que terminó con un corte de cinta donde no pude hacer  fotos ya que las condiciones fueron más incómodas que de costumbre. Pero salir del lugar   hacia la otra actividad fue un verdadero infierno.

Ese día el presidente tuvo una agenda de ocho actividades, de las cuales solo pudimos cubrir tres. Las actividades mal programadas con una hora de diferencia, sin tomar en cuenta la hora de retraso que siempre acompaña al mandatario origina un efecto dominó muy estresante y peligroso para los que cubren estas actividades.

Su estilo

El presidente Abinader ha demostrado tener un estilo único de trabajo, ya que en dos años en el cargo no ha tomado vacaciones y casi todos los feriados programa actividades, generalmente de supervisión de obras o reuniones con entidades comunitarias del interior.

Jorge González

Periodista, fotógrafo, reportajista y editor fotográfico de El Nacional