La Unión de Escritores Dominicanos (UED), institución legalmente constituida, y, por tanto, con personalidad jurídica, nació con una vocación unitaria, inclusiva y representativa inquebrantable. Su misión es trabajar, sin descanso y con mentalidad crítica, en favor de la cultura y la intelectualidad del país.
Ciertamente, la UED llenó el vacío que teníamos de una entidad aglutinante de todos los pensadores y artífices de la palabra escrita en la República Dominicana.
Así es, la UED cuenta con una gran membresía, que cada vez aumenta más y que incluye a los hombres y mujeres que ejercen la escritura creativa, en los diversos géneros o discursos literarios, así como otros artistas y profesionales que aportan en sus respectivas áreas obras que enriquecen la bibliografía nacional.
Nuestra UED ya tiene tres años de trabajos intensos, tanto en el ámbito nacional como internacional. Como un honor juramentamos la gestión fundadora. La encabezó nuestra primera presidente, la exquisita literata Emilia Pereyra, creadora de mundos insospechados. Rindió muy buenos frutos.
Producto del proceso electoral interno pasado de la UED, caracterizado por una democracia ejemplar, surgió la nueva y segunda Directiva que encabeza el laureado escritor e intelectual Avelino Stanley. Cuenta con un gran equipo de trabajo.
La actual Directiva de la UED está conformada por los escritores Avelino Stanley, Presidente; Jenny Montero, Vicepresidente; Marino Berigüete, Secretario General; Rafael Ciprián, Secretario de Organización; César Sánchez Beras, Tesorero; Rafael García Romero, Primer Vocal; entre otros directivos.
El trienio de gestión del primer equipo gremial de trabajadores de la palabra fue meritorio. En su discurso de traspaso de mando, la presidente Emilia Pereyra rindió un informe sustancioso de sus realizaciones.
Logró crear y fortalecer la institucionalidad de la UED. Propició la visibilidad y aceptación de la UED en las instituciones culturales oficiales. Hasta el grado de que presentó un tarifario en provecho de los intelectuales. Se está usando de punto de partida, como referencia auspiciosa, para el pago de honorarios a los trabajadores de la cultura. Inmenso aporte.
Además, en el exterior, son muchas las organizaciones de escritores y activistas culturales que ya ven a la UED como la representante legítima de los escritores dominicanos. Y los intercambios han sido fluidos y provechosos para todos.
Ahora le toca al narrador Avelino Stanley y los que le acompañamos en esta gestión justificarnos con una gran vocación de servicio, con trabajos tesoneros y con aportes significativos para la intelectualidad criolla y en beneficio de toda la sociedad. Avelino ya planteó un decálogo mínimo de objetivos necesarios.