Articulistas Opinión

Víctor Roa Guzmán

Víctor Roa Guzmán

Alberto José Taveras

El paso terrenal puede ser efímero pero no perecedero cuando almas fecundas como la de nuestro hermano Víctor Roa Guzmán, nos legan el valor de los afectos, la solidaridad y el amor sincero. Parece que la eternidad se lleva sus mejores prendas liberandolas del drama cotidiano para vivencias más excelsas.

Un profesional con mente privilegiada desde joven la ponía al servicio de sus amigos ayudandonos a estudiar y pasar los exámenes.

Graduado de ingeniería industrial, MBA en administración y produtividad, Consultor de Finanzas Corporativas y Banca de inversión. En unas emotivas palabras de su hermano Reynaldo Roa, lo describió; “Hoy decimos hasta luego a una de las personas más maravillosas del mundo!.

El paso terrenal puede ser efímero pero no perecedero cuando almas legan el valor de los afectos
Tenía esperanza de tenerlo mucho tiempo conmigo, pero Dios tenía otros planes! Perder a nuestros padres a temprana edad fue un golpe muy duro, sin embargo, te destacaste y nos levantaste para recordarnos que ellos sacrificaron todo para darnos una educación y un propósito en la vida! .

Te convertiste en guía de la familia, nos acogiste bajo tus alas y nos enseñaste un camino de amor, dedicación y éxito! Mejor consejero no se podía tener! Tu dedicación guió el camino para lo que hoy somos Ramón, Leo y yo! De la misma forma te comportaste como un padre ejemplar para Pamela, siempre guiandola por caminos, valores y principios, forjando una educación para el futuro! Simpre proveiste para tu familia asegurandote que no faltara nada!.

Hoy inicia un camino muy duro sin tu presencia. Extrañaremos las charlas deportes, viajes realizados y los pendientes, tu charla financiera para emprender cualquier negocio! Aún en tus momentos más difíciles últimos 5 meses mantuviste siempre control situación, asegurándonos que tenías un plan y que todo saldría bien! Ni por un momento te quejaste de tu condición medica, enseñándonos a Nunca Rendirse! Seguiremos tus pasos ya que nos enseñaste disciplina, perseverancia, ética laboral y profesional y sobre todo, un corazón tan grande que todos admiraban y respetaban! Prometemos no defraudarte agradecidos infinitamente de llamarte hermano! Ve con Dios hermano del alma”.

Gracias a los hermanos de su promoción Omega 87, en especial a Raymundo Sebelén por su inmenso corazón y entrega junto a otros héroes anónimos presentes que lograron “el milagro del amor”.