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Violaciones de tránsito a la luz del día

Violaciones de tránsito a la luz del día

Choferes de guaguas del transporte público abordan pasajeros en medio de la avenida Máximo Gómez, frente a la esta ción del Metro del mismo nombre, formando un caos en el lugar. Justo Maracallo. 6-10-09

Conductores y transeúntes tienen que conformarse con la impotencia y las irritaciones ante las violaciones a la luz del día de las leyes de tránsito y con los largos tapones que en muchas ocasiones provocan los propios agentes de la Digesett.

La ley y el orden están lejos de llegar a las calles de Santo Domingo, donde en materia de transporte impera un sálvese quien pueda. A pesar de que conductores estacionan vehículos en áreas prohibidas, circulan en dirección contraria e irrespetan los semáforos, entre otras violaciones, los agentes de la Digesett ni siquiera se inmutan. Y en muchas ocasiones cuando intervienen frente a alguna violación suelen incurrir en abusos de autoridad.

De nada han servido las protestas de conductores y peatones frente a la ocupación de las aceras y la privatización por comercios o parqueadores de tramos de las vías. Si algo preocupa a la Digesett son las intersecciones, sin importar que los semáforos funcionen o no.

La gente no lo acaba de entender, porque esa intervención no se traduce en una agilización del tráfico, sino en mayor aglomeración. Los espacios para bicicletas creados por el Ayuntamiento del Distrito Nacional son violados sin que los agentes de tránsito digan siquiera esta boca es mía.

El desorden que prevalecía en el tránsito se ha mantenido sin la menor alteración tras la designación de Ramón Guzmán Peralta en la dirección de la Digesett. Mientras tanto los conductores y peatones son quienes sufren las consecuencias.

El Nacional

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