Hay sucesos que por rutinarios suelen pasar prácticamente inadvertidos. Sin embargo, son casos como el ocurrido en la avenida V Centenario, donde un agente de Amet mató a uno de dos supuestos asaltantes que trataron de despojarlo de su revólver, los que suenan con más estridencia los tañidos sobre la inseguridad que se verifica en cualquier punto del territorio.

El agente, identificado como Braulio Rosa Zarzuela, resultó herido durante el intercambio de disparos con los asaltantes.

El muerto fue identificado como Alfredo Martínez Agüero, de apenas 22 años de edad, en tanto su acompañante escapó en una motocicleta. Que las autoridades lo ignoren o quieran ignorarlo es una cosa, pero diariamente ocurren decenas de asaltos callejeros que las víctimas no reportan, porque creen que no vale la pena, pero lo comentan en diferentes círculos.

La criminalidad y la delincuencia han instalado sus reales de tal forma que nadie se siente seguro en ninguna parte. El caso del agente de Amet es buen ejemplo.