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Yelidá

Yelidá

Efraim Castillo

La estructura de Yelidá consta de seis cuerpos: Un antes, Otro antes, Un después, Un paréntesis, Otro después y Un final, estructurados secuencialmente y de acuerdo a los vaivenes reflexivos del poeta. El primer cuerpo, Un antes, responde a lo que en cinematografía se conoce como flash back; o sea, una analepsis, una vuelta atrás en la vertebración del poema para relacionar lo vivido o imaginado— con la realidad, lo actual, el presente, a través de un ritmo paradigmático donde el ayer y el hoy se entroncan, construyendo una unidad.

A ese Un antes, Hernández Franco le anexa Otro antes, un ordenamiento simbólico del resultado histórico: Yelidá, que es la síntesis de un proceso biocultural que alcanza la categoría histórica. Un después representa el verdadero inicio del relato y Había una vez inmiscuye un a posteriori de la totalidad insular, descartando la figura que recrea René  Depestre sobre el plancton racial (Melville J. Herskovits: The Myth of the Negro, 1941).

Tampoco es fortuita la intención de Hernández Franco de hacer funcionar el relato mediante la tercera persona, bifurcada entre lo referencial (Un paréntesis) y lo fáctico (Otro después y Un final), posibilitando metáforas que se anexan a lo teogónico y que el poeta involucra en el corpus, algo sólo empleado en los productos poemáticos nacionales por accidente.

Hernández Franco construye, además, planos alternos dentro de las esferas de acción: “Le había caminado entre las cejas rubias” (verso 23, p.10); “En un anual calafateo de lanchas / llamas estopa y brea” (versos 24-25, p.11); “…en lengua que no podía ser noruega y que ponía / en el pulso de viento de Erick pequeños remolinos” (versos 37-38, p.13); “A los veintidós años Erick tenía la mirada gris azul” (verso 38, p.14); etc.

Todo para implementar en el ordenamiento de las imágenes un sistema de decodificación instantáneo, capaz de mantener al lector u oidor atado al relato, tal como en las viejas sagas vikingas, donde la dinámica del ritmo estructuraba la creación del mito.

Objeto poemático capital dentro del contexto histórico de la producción literaria del país, Yelidá reafirma la noción del mulataje como una categoría histórica, desechando las posiciones ideológicas de aquellos investigadores que han deseado encontrar en lo racial una basa folklórica, estática, petrificada, de la llamada herencia negra; desvinculándola de su rol en la lucha social y su aporte en la configuración de nuestro sincretismo y nuestra simbiosis.

Otra sustancia que se mueve en Yelidá es el alejamiento del criterio antropológico de una supuesta inferioridad o superioridad étnicas, ya que, al abordar el camino de lo mitológico, el poeta vertebra hacia la epopeya la especulación de lo sensual como argumentación.

Por eso, Yelidá viene a ser la producción fundamental en una coyuntura histórica particular y un canto cardinal respecto a lo devenido como historia.