¿Qué Pasa? Articulistas Entre cielo y tierra

A poco de morir

A poco de morir

Mary Leisy Hernández

Me centro en disfrutar cada sorbo que queda. Si fue malo, tengo aún unos cuantos días para intentar un final felìz o por lo menos, un buen final. Y si fue bueno? Igual una centena de horas para cuidarlo y poner de mi parte para que siga bueno o aún mejor.

Me concentro en estos días, en lo que me enseñó esta docena de meses, en trescientas y tantos amaneceres y atardeceres. Algunos ni los vì, pero estuvieron ahí, disponibles para sufrirlos o gozarlos.

Aproveché de los días y sus noches? En mi caso, algunas si y otras también aunque no del todo. No se pueden vivir muchas emociones al mismo tiempo, Nos toca vivir procesos y priorizar.

Aún es 2022 aunque agonice. Lo despido con flores, con gratitud por lo vivido y superado. A pesar de la guerra, de los virus y otras situaciones personales y sociales.

Fue un año que en gran parte, lo bueno o malo que tuve dependió mucho de mi. Si Putín nos contaminó a todos por guerrear con Ucrania no está en mi control.

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Solo me resta asumir de la mejor manera que subieron los precios y lo que me afecta en lo individual y como ente sensible.

Sin dejar de tener presencia veo con entusiasmo el año que casi nace. El universo está en trabajo de parto. Y para los chinos? Eso va en otro capítulo.

Ahora me centro en el aquí y el ahora y en proyectar el porvenir. En quitarle carga a otros por lo que no pudo ser. Asumo mis asuntos y dejo a los otros tranquilos. Si engordé fue mi culpa y solo mi gran culpa. En fin.

Los días que le quedan a este año son para reconocer, para hacer consciencia, prepararnos y recibir con amor ese ramillete de meses que pronto nacerá como un bebé, y que dentro de un tiempito se volverá tan viejo como este 2022. Feliz resto de año y feliz año nuevo.

Por: Mary Leisy Hernandez

El Nacional

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