SANTIAGO.- La Arquidiócesis de la Iglesia católica declaró que jamás debería repetirse en el país una dictadura como la que encabezó el tirano Rafael Leonidas Trujillo, quien convirtió la nación en una finca de su propiedad.

En el editorial titulado “Jamás” del semanario Camino y que circulará a partir del próximo domingo 4 de los corrientes, la Iglesia católica señala que seis décadas después todavía quedan ráfagas de aquellos vientos de violencia, tortura, cárceles, exilio y exterminio para los que pensaban diferente y soñaban con un país para todos.

“Aquel régimen de oprobio dejó marcas que debemos borrar”, subraya en otro párrafo Camino.

Y agrega que también hay que eliminar acciones antidemocráticas que impedían tener una historia mejor.

Puntualiza que se ha visto a funcionarios del pasado, y el presente que se creen dueños de los puestos que ocupan y procuran loas y alabanzas a sus personas.

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“Son rezagos de aquellos tiempos superados, gracias a la lucha de quienes pusieron la libertad del pueblo por encima hasta de sus vidas”, comenta Camino.

Señala que el país sufrió una de las dictaduras más férreas de América y otras partes del mundo, porque para nuestra desgracia Trujillo tuvo en sus manos el poder político, económico y militar, y componentes que en una sola persona la convierten en un monstruo.

“Mirando ese pasado de horror, duele escuchar a dominicanos, que ante las debilidades de la democracia que tenemos, expresar su deseo de volver a aquellos días de muerte, y jamás debemos añorar esos años de opresión”, dice Camino.

En ese sentido, sugiere que se creen instituciones sólidas y que haya consecuencias para quienes desfalcan el erario.

“Esperamos el día en donde la militancia política, apellidos sonoros, insignias militares y fortunas, no estén por encima de la ley”, expresa Camino en otra parte de su nota editorial.

Concluye el semanario católico afirmando que la mejor ofrenda hacia los que hicieron posible salir de la dictadura de Trujillo, es construir la sociedad de justicia y libertad que ellos anhelaron. El reto es de todos.