En el mundo de las muñecas Reborn, Margarita Reyna ha logrado destacar como una de las pioneras en República Dominicana. Su pasión por este arte está conectado a emociones, historias y desafíos en cada una de sus creaciones.
«Siempre me habían gustado las muñecas tipo bebés, pero al ver una Reborn por primera vez, me enamoré por completo de su creación», comparte Margarita. Desde ese momento, decidió dedicarse a esta minuciosa labor, que combina arte, paciencia y destreza manual.

La fabricación de un bebé Reborn comienza con el kit o modelo de la muñeca. Este pasa por un proceso de pintura que puede durar entre 14 y 15 días. «Cada capa de pintura se sella en un horno convencional y al final se aplica un barniz especial para proteger todas las capas», explica.
Pero lo más desafiante, admite, es injertar el cabello. «Se hace manualmente, hebra por hebra, para que se vea lo más original posible». Completar una muñeca puede tomar entre 20 y 25 días en total.
Reyna utiliza materiales especializados, como pinturas, ojos, cabello y cuerpos de tela, que adquiere fuera del país. En República Dominicana, encuentra algunos elementos, como la estopa para rellenarlas y bolitas pequeñas que dan el peso característico a las muñecas.
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Sin embargo, no todo es fácil. La competencia desleal de imitaciones económicas provenientes de China y el cambio en los intereses de las nuevas generaciones han impactado su trabajo. «Las niñas ahora prefieren electrónicos, como tabletas y celulares, lo que lamentablemente ha afectado la demanda», lamenta.

Aunque sus muñecas están dirigidas principalmente a niñas de ocho años en adelante que puedan cuidarlas, en España, sus principales clientas son adultas. Muchas de ellas buscan las muñecas por su belleza, pero también hay casos de mujeres que han pasado por la pérdida de un hijo y encuentran consuelo en estas creaciones. «También he vendido a familiares que las regalan a envejecientes o abuelas que adoran las muñecas», comenta.
Sobre el uso de las muñecas reborn para afrontar el duelo, Margarita es clara: «Esto depende de cada persona. No todos enfrentan sus problemas de la misma manera. Mi recomendación es que los familiares observen el comportamiento antes de hacer este regalo».