Que el país en tres años, haya recibido más de RD$35 mil millones por producciones cinematográficas extranjeras gracias a los incentivos de la Ley de Fomento al Cine (108-10), hay que resaltarlo como algo grandioso.

La reseña la hace el cineasta Alfonso Rodríguez, cónsul dominicano en Los Angeles, California.

Refiere que el cine criollo, que ha producido más de 400 películas dominicanas, ha logrado proyección internacional, con producciones que han llegado a plataformas especializadas como Cinelatino, HBO Max y Pantaya.

“Hemos llegado a sumar una inversión extranjera en producciones de casi 800 millones de dólares, con más de 12 mil empleados directos y probablemente más de 50 mil dominicanos que se benefician indirectamente de la industria del cine”, refiere Alfonso, al destacar lo beneficiosa que ha sido la Ley de Cine.

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Qué bueno que se ofrezcan estos datos, en momento en que gente frustrada del cine, que no han tenido la capacidad de agenciarse por cuenta propia apoyo para sus proyectos, atacan la Ley de Cine, calificándola de elitista.

Pero también frente a la natimuerta Ley de Mecenazgo del Arte, que no acaba de arrancar, luego de su promulgación.

Al parecer la gente del cine ha tenido más firmeza y criterio para establecer, defender y aprovechar de la Ley que los protege.

Los del arte continúan en Belén con los Pastores, dispersos en chismes, pendientes de Tokischa, La Materialista, DJ Adonis y otras hierbas.

Y los músicos por igual, pendientes de cuando mueran, se haga una colecta comunitaria para poder enterrarlos.

Por: Joseph Caceres
josephcaceres.net