¿Qué Pasa?

Casa de Campo celebró en grande sus bodas doradas

Casa de Campo celebró en grande sus bodas doradas

Richard Marx fue presentado por su esposa, la afamada modelo, presentadora y actriz Daisy Fuentes.

La Romana.   Casa de Campo inició el pasado jueves el cierre de  sus Bodas de Oro con tres conciertos que concluyeron la noche del sábado en una mezcla de nostalgia, pasión y ritmos contemporáneos, protagonizados por renombrados íconos de  la música internacional en su emblemático Anfiteatro de Altos de Chavón.

  La celebración comenzó el jueves con una fiesta dorada en las arenas blancas de Playa Minitas, marcando el inicio de un festival donde la música fue la gran protagonista.

 Al caer la tarde, el cantante y actor de ascendencia dominicana Shalim Ortiz, junto a su banda 226, encendió el escenario con su carisma y energía, ofreciendo un repertorio que combinó éxitos propios y versiones de clásicos latinos.

Robin Wilson, el destacado ex guitarrista de Gin Blossoms

  Además de Shalim el reconocido DJ Oliver Holguín tomó el control de los “platos”, llevando la atmósfera a otro nivel con una mezcla ecléctica de ritmos electrónicos y beats tropicales que mantuvieron la fiesta viva hasta el amanecer.

 El set del DJ, cuidadosamente seleccionado, transformó Playa Minitas en una pista de baile al aire libre donde la audiencia se entregó por completo al baile y la celebración.

 “Voces de Nuestra Generación”

 La gran celebración del resort continuó la noche del viernes con íconos del pop y el rock en el corazón de Casa de Campo a través de los conciertos titulados “Voces de Nuestra Generación”.

 La entrega comenzó con Robin Wilson, el destacado ex guitarrista de la inolvidable agrupación Gin Blossoms, quien subió al escenario con el espíritu rebelde de los 90, a través de sus conocidas canciones Allison Road, Until I Fall Away, Follow You Down, Found Out About You y finalizó con Hey Jealousy. Su presencia dinámica y voz potente hicieron vibrar a los asistentes, evocando la esencia del rock alternativo que marcó a una generación.

 Luego llegó el turno del cantante y guitarrista Robin Zander, el icónico “frontman” de Cheap Trick, quien descargó éxitos como Surrender, llevando a todos al clímax de la velada con éxitos como Dream Police, Aint That a Shame, I Want You to Want Me y uno de los más esperados: Flame.

Pedro Capó representó a la música latina en la primera noche.

 La música latina contó con uno de sus mejores representantes, en una descarga de ritmo y adrenalina de la mano del cantante puertorriqueño Pedro Capó quien, con su mezcla pop, rock y tropical llevó a la audiencia a un viaje musical con temas como Sabe bien, La Fiesta, Calma y Gracias, con las que conectó profundamente con el público, haciendo sentir la brisa caribeña en cada acorde.

 La noche del viernes cerró con el legendario cantautor estadounidense, multiplatino, Richard Marx, quien, presentado por su esposa, la afamada modelo, presentadora y actriz Daisy Fuentes, deleitó a los presentes con sus premiados éxitos Endless Summer Nigths, Don’t Mean Nothing, Hold on to The Night, Should’ve Know Better y el esperado Right Here Waiting. Cada nota, cada palabra, llegaban cargadas de historia y con su ejecución vocal demostró por qué sigue siendo un referente indiscutible en su área.

 La combinación de su presencia escénica y la respuesta del público hicieron que el ambiente se llenara de pura adrenalina, culminando esta entrega la primera noche de “Voces de Nuestra Generación”, con un estruendoso aplauso.

Gran tributo

 El 50 aniversario de Casa de Campo no solo fue un tributo a su propia historia, sino también a la evolución de la música a lo largo de cinco décadas.

Taylor Dayne interpretó parte de sus clásicos musicales.

 Cada artista, desde los más consagrados hasta las nuevas promesas, aportó su granito de arena para hacer de este evento un hito memorable. Los asistentes, quienes abarrotaron cada espacio disponible, fueron testigos de una confluencia de géneros y estilos que, a pesar de sus diferencias, compartieron un mismo objetivo: celebrar la música como el verdadero idioma universal.

Nostalgia y ritmo en un gran cierre

John Elefante, ex vocalista de la agrupación Kansas, fue el responsable de la apertura de esta segunda noche con el momento más rockero de la celebración.

Elefante transportó a todos  a sus inicios con Point of No Return, Dust in the Wind y Firew/Fire-Game Tonight y  Carry on, que hicieron a la audiencia corear cada nota, creando un vínculo tangible entre el artista y sus seguidores.

A seguidas, el cantante cubanoamericano Jon Secada llegó con su mezcla de pop y baladas latinas, concitando la atención de todos con los esperados clásicos Just Another Day (Otro día más sin verte) y Ángel, además de I’m Free y If You go.

 Haciendo gala de su carisma y humildad, Secada recordó sus dos anteriores actuaciones en el aforo de Casa de Campo, generando una atmósfera íntima y cercana con la multitud presente.

 Después de Secada, las piedras del Anfiteatro vibraron con la poderosa voz de la esperada Taylor Dayne, quien abrazó a los presentes con clásicos como Every Beat of My Heart, Will I Will Always Love Yor, Shelter, Love Will Lead You Bak, Tell it to My Heart.

 A sus 62 años, Dayne demostró que su talento vocal sigue intacto, brindando una interpretación de fuerza y emoción que resonó profundamente en todo Chavón.

 El cantante urbano Llane, exintegrante de la agrupación colombiana Piso 21, cerró la noche con su contagiosa energía y ritmos de pop urbano.

 El colombiano trajo frescura al escenario, interpretando temas como Cuenta conmigo, Puntos suspensivos, Como antes, DQV y Más de ti, demostrando que el legado musical de Casa de Campo está más vivo que nunca y se proyecta hacia el futuro con artistas emergentes que están marcando tendencia en la música latina.

Hospitalidad

Casa de Campo sigue siendo un referente, no solo en la hospitalidad de lujo, sino también en la cultura y la música. Y así, con la promesa de que la música nunca dejará de sonar, se apagaron las luces de un aniversario que quedará por siempre grabado en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de estar allí el pasado fin de semana.