El asesinato del abogado y profesor universitario Yuniol Ramírez, ocurrido en octubre de 2017 fue demasiado horrendo para que la justicia no resplandezca.

Los incidentes que desde el primer momento han caracterizado el crimen solo generaron una frustración que se ha incrementado con el paso del tiempo.

Las primeras reacciones en torno al hecho de representantes del Ministerio Público crearon más desasosiego que esperanza en cuanto a que los implicados en el caso serían procesados.

Después de denunciarse su desaparición el cadáver de Ramírez fue encontrado en un río de Manoguayabo atado con una cadena y con un block encima, relacionándose de inmediato el crimen con las denuncias de corrupción que había realizado en las operaciones administrativas y financieras de la Omsa.

Por el suceso se condenó a Argenis Contreras a 20 años de prisión al ser encontrado culpable del asesinato del jurista, pero la sentencia fue anulada por la Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional.

Con los muchos cabos sueltos que se han denunciado existe todavía una lejana esperanza de que la justicia resplandezca.