Opinión

Catalina: luz para el país, oscuridad para Palenque

Catalina: luz para el país, oscuridad para Palenque

Las luces de Punta Catalina son muchas, han traído esperanza al sector eléctrico; pero tinieblas y mucha desesperanza a miles de residentes en la costera comunidad de Palenque, sobre todo a los comerciantes y propietarios de viviendas próximas a la que antes de esa importante planta fueron las playas de Palenque y Cocolandia.

Punta Catalina que ha sido valorada y otras tantas veces criticada en lo referente a la economía, a la inversión que ahí se hizo y hasta en lo político, pero su mayor daño está en el medio ambiente y el deterioro que se ha evidenciado en las referidas playas, que ahora cada día el mar va ganando más terreno, destruyendo fincas y propiedades de personas que tienen esa fértil tierra como su modo de vida.Los vendedores de pescado y los bañistas ahora tienen energía 24 horas al día, pero ya no tienen playa. Punta Catalina se la quitó.


Todavía las autoridades de Medio Ambiente y de Turismo están a tiempo de recuperar ese espacio de todos los sancristobalenses y ciudadanos del país y del mundo que visitaban esa playa cuando era playa.

Cuando había apagones porque no existía Punta Catalina, había luz y esperanza en las playas Palenque y Cocolandia; ahora sólo hay preocupación y un mar que ha sido provocado y que sus furias han sido canalizadas hacia las playas citadas, cuyas olas llegan hambrientas a la tierra, devorando arena, tumbando árboles, dañando plantaciones de cebolla, molondrones, berenjenas y otros productos de ciclo corto.

Hay luz. Hay mucha energía, pero los visitantes de Palenque no tiene donde sentarse a comer un pescado; no tienen una playa donde bañarse, ni arena donde caminar frente al mar; los comerciantes han agotado su energía suplicando la intervención de las autoridades.

Al ver la situación crítica y cada vez más preocupante, el mismo presidente Luis Abinader instruyó al ministro de Turismo para que junto al senador de la provincia visite el área de playa de Palenque, y lo hicieron.

No se puede negar que las autoridades han escuchado el llamado de millares de personas que sufren día a día el deterioro de las playas Cocolandia y Palenque; sus oídos y sus buenas intenciones han estado ahí; pero las ejecutorias han estado ausentes; todavía esperan que lleguen las acciones; mientras se escucha el llanto desesperado: “Punta Catalina devuélvanos nuestras playas y siga produciendo energía limpia y barata”.

Fidel Sánchez
fidelsanchez1@gmail.com

El Nacional

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