La nueva cédula de identidad y electoral de la que la JCE ha avanzado detalles representa un salto tecnológico que garantiza no solo la imagen del usuario, sino del país.
Con todos los problemas que se han afrontado con el documento tenía que efectuarse una inversión que, como se contempla borre la mancha del pasado.
Por la falta de seguridad y de un chip con la huella biométrica tanto la cédula como el pasaporte devinieron en monedas corrientes por la facilidad con que eran falsificados.
La JCE ha garantizado que la nueva cédula promete modernizar el registro civil mediante una tecnología de vanguardia. En el actual proceso el documento no es el único desafío que enfrenta la JCE, sino la actualización de 2.8 millones de expedientes de ciudadanos que están inconclusos.
Pero en cuanto a la cédula se destacan, entre los elementos a tomarse en cuenta, la firma electrónica, los nombres en relieve y la posibilidad de comparar la huella biométrica en el chip con una captura prácticamente ínstantánea. Son detalles que tornan el documento más seguro frente a la falsificación o suplantación de identidad.