En una época en que las credenciales del sistema democrático se devalúan, es de gran transcendencia colocar en el centro del debate los factores que más corroen ese modelo político.
En ese sentido los partidos y sectores que adscriben a ese sistema deben respaldar la iniciativa del Ministerio de Economía de colocar la cultura democrática en el centro del debate sobre el desarrollo del país.
Además de la celebración de elecciones y la alternabilidad en el poder hay muchas otras prácticas, relacionadas con la conciencia ciudadana, que contribuyen con la fortaleza del sistema democrático.
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La afirmación del ministro Pavel Isa Contreras en el sentido de que está decidido a asumir la responsabilidad es alentadora, pero no suficiente si los actores del modelo no cumplen con la suya.
Valiosos detalles determinados por la Encuesta de Cultura Democrática, como el elevado crédito de las iglesias, los medios de comunicación y la sociedad, pueden servir de soportes para fomentar un ejercicio político más comprometido con el desarrollo.
República Dominicana está en una etapa en que, por demás, tiene que avanzar en sus prácticas políticas.