El ministro de Economía, Pavel Isa Contreras, ha puesto el dedo en la llaga al intervenir en el debate sobre la reforma fiscal al señalar que la reestructuración debe incluir sectores como la seguridad social, la capitalización del Banco Central, los servicios de agua y electricidad, así como el ejercicio del poder.
No puede ser más certera su afirmación de que “Estamos obligados a enfrentar con optimismo y con determinación los desafíos de las reformas estructurales pendientes, para lograr un Estado más capaz, una economía más productiva y una sociedad más inclusiva”.
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La reforma fiscal podía dar un respiro al Gobierno con la recaudación de más recursos, pero son tantos los problemas pendientes que en verdad no sería suficiente.
Las condiciones están dadas para edificar a los distintos sectores sobre una reforma estructural que represente un verdadero cambio.