Los legisladores son los que completarán la discusión sobre el código laboral, en torno al cual los empleadores y los sindicalistas no han logrado ponerse de acuerdo.

La cesantía y el derecho al trabajo se han erigido en barreras infranqueables por las partes que desde hace tiempo discuten la elaboración de un instrumento que responde a las necesidades de los nuevos tiempos.

Gabriel del Río, presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), adelantó que el código podría aprobarse este año, pero sin el artículo que tiene que ver con la cesantía. Pero en todo caso se trata de una decisión a la que tendrán que abocarse los legisladores cuando conozcan el proyecto.

Del Río, el más veterano de los sindicalistas, subrayó que los representantes de los trabajadores han estado firmes en su posición de que la cesantía es un derecho que no puede tocarse. Los representantes empresariales insisten en que lo importante es la seguridad y la creación de nuevos empleos de calidad.

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En el diálogo las partes han tenido importantes avances, aunque no han logrado desatar los nudos más conflictivos. Como el proyecto tiene que ser discutido por las cámaras legislativas serán estás las que tendrán la última palabra.

Es importante, sin embargo, que se procure el más amplio consenso para evitar imposiciones que perjudiquen al desarrollo de la economía. No ha de perderse de vista que tan importantes son los empresarios como los trabajadores.