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Como cada Domingo

Como cada  Domingo

Para mucha gente de hoy, el nombre de Isabel Collado, no debe significar mucho. No se encuentra en el ojo de los medios y las redes. No aparece mucho en titulares, no es una ficha mediática impulsada por la compleja estructura de las relaciones públicas y sin embargo es excepcional.

Ella ha estado vinculada desde hace dos décadas a los movimientos por los derechos de las mujeres, marco en el cual están las Hermanas Mirabal.

La diferencia de Isabel Collado con muchas otras figuras del arte es que llegó a la conclusión de que son parte indisoluble de lo más profundo y noble del ser humano, son un símbolo universal.

La canción Están aquí, título que fue seleccionado para dar nombre, el pasado noviembre, a la exposición de las Hermanas Mirabal en el Centro Cultural Banreservas, es una belleza tanto en su letra como en su arreglo, original de Collado.

Es de esperar que algún empresario o fundación patriótica se decida a apoyar la grabación de un disco y un videoclip para consagrar su mensaje.

El texto de la canción Están aquí, es todo un himno a la capacidad de arrojo y heroísmo, es éste:

Están aquí
Oyeron el llamado de la historia;
temores desafiaron tan resueltas
y firmes cual columnas de memoria
que siempre dan valor y resistencia.

¡oh bellas y perennes mariposas!
¡oh voces dulce canto en primavera!
¡oh luces insufladas de victoria
en el combate contra la violencia!

(Estribillo)

Están aquí,
en ti, y en mí,
son este tiempo,
son porvenir,
nos alimentan
con su latir,
nos abren puertas
para seguir.

Su sangre compañera nos abona
los sueños que sembramos y la pena
nos unge y nos protege de la escoria,
es savia que recorre nuestra esencia.
Su grito libertario se enarbola
por todos los confines de la tierra.
Vencieron a la muerte, y de qué forma,
le hundieron el puñal de la conciencia.

(Estribillo)

Están aquí,
en ti, y en mí,
son este tiempo,
son porvenir,
nos alimentan
con su latir,
nos abren puertas
para seguir.