El presidente Luis Abinader, que se había quejado de la ineficacia de la comunicación oficial, optó por una reestructuración del área con la creación de un sistema de información, nuevas designaciones y la supresión de entidades.

Si bien los resultados hablarán, está bien concebida la unificación de las direcciones de Comunicación, de Información y Prensa de la Presidencia y de Programación Estratégica en un ente que coordinará las funciones que tenían cada una de ellas.

La dirección fue asignada al estratega Homero Figueroa, mientras que el veterano periodista Daniel García Archibald será una suerte de vocero de prensa del Presidente de la República.

Los movimientos implicaron el traslado de la directora de Comunicación, Milagros Germán, al Ministerio de Cultura, en sustitución de Carmen Heredia, quien a partir del 10 de octubre se desempeñará como asesora del Presidente.

La reestructuración del área de comunicación, que supone un cambio en la política, ha creado expectativas. Está por ver el rumbo que se imprimirá a la información gubernamental, que hasta ahora ha sido espontánea y con muchos puntos críticos.

Pero también hay que observar que Abinader ha tenido mucha prensa con sus encuentros con directores de medios y su participación en diferentes programas televisivos.

Si la queja que en su momento externó el Presidente está relacionada con incomprensión o falta de ponderación de las acciones gubernamentales, se supone que habrá una reorientación.