El PRM ha sido responsable al cumplir con el informe de los gastos en que incurrió en las elecciones municipales, en las que se alzó con 121 alcaldías, de 158, y 150, de 235 distritos municipales, y sincero al confesar las prácticas clientelistas que matizaron su campaña proselitista.

En su rendición de cuentas ante el Sistema de Fiscalización de la JCE, la organización dice que gastó 381,875,550 pesos, en cuyo desglose hay partidas que llaman mucho la atención.

Por ejemplo, en alimentos el PRM dice distribuyó 20,801,710 pesos en 426 operativos, mientras que en ayudas y donaciones tanto a personas como a hogares reconoce que destinó 12,232,202 pesos.

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En televisores el partido dice que gastó 149,605 pesos; refrigeradores, 397,832 pesos; varillas de construcción, 504,555; arena, 424,243; planchas de zinc, 2,097,539; blocks, 1,233,317, cemento, 1,165,372 y en reparación de viviendas 841,000.

Entre otros gastos el PRM distribuyó camas, calzados, fertilizantes y otras mercancías por el estilo. La sinceridad no le resta gravedad a prácticas clientelistas para incidir en la voluntad del electorado durante las votaciones.