A propósito del referente unitario de izquierda impulsado por el Foro RD-USA:
Para lograr construir la nación con que sueña y merece el pueblo, primero es necesario construir el partido que será responsable de consensuar, planificar, reevaluar, guiar y/o ejecutar los pasos necesarios para lograr el objetivo; una nación plena y altamente desarrollada económica, tecnológica y socialmente.
Para tal fin, usando como guía el marxismo y las experiencias de Lenin y Mao, entre otros, el partido deberá tener la capacidad de involucrar y educar a sus miembros y al pueblo en general para que estos, a su vez puedan, apreciando y respetando el trabajo, elevar su nivel de vida.
¿Pero cómo se logra ese objetivo en un país desconocedor de la filosofía marxista e ignorante de la lucha de clase?
El primer paso es priorizar el estudio hasta lograr la comprensión, por parte del pueblo, de qué es el socialismo y cómo edificarlo. Con este concepto claro, el pueblo podrá decidir qué partido se deberá construir y cómo construirlo.
El partido, una vez construido, deberá encargarse de:
- Que todos sus miembros cuenten con el dominio y el entendimiento de las condiciones históricas y de la realidad social, política y económica que vive la sociedad;
- Concebir, en base a esa realidad, plan de acción con objetivos claros y medibles.
- Dividir el plan de acción en decenas o centenas de mini acciones y metas que deberán ser obtenidas en cumplimiento de una predeterminada línea de tiempo.
- Descentralizar el poder de decisión y de acción.
- Obtener o construir las herramientas necesarias para ejecutar el plan y las mini acciones que garanticen el cumplimiento de las mismas y en el tiempo indicado.
- Eliminar las obsoletas estrategias y reemplazarlas por estrategias modernas que minimicen el uso de los limitados recursos y maximicen los resultados.
- Crear unos estatutos que comprometan a los miembros a aportar una cuota económica justa y a tiempo.
- Valorar y celebrar a todos los miembros que estén dispuesto a trabajar con 100 veces más deseos y 100 veces más fuerte de lo que hacían antes de pertenecer al partido.
En la etapa inicial del partido, la línea fundamental debe ser educar, dirigir y captar a todos los revolucionarios no alineados y apoyarlos para que se autosuperen, trabajen con ahínco y, con espíritu emprendedor, se esfuercen por modernizar el partido y, confundiéndose con los trabajadores.
Por: Felipe Lora Longo