El ñame es objeto de culto por varias tribus africanas. Constituye el ñame la base de la alimentación y es predilecto objeto de culto en el Dahomey, de donde muchas partes se propagan en la isla.
Consideran que el ñame está colocado en alto rango entre las plantas de las cuales la población utiliza o ha utilizado para la subsistencia en el Dahomey y en la mayor parte de los países del África.
No es extraño, pues, que en estas regiones la bendición del ñame dé lugar a una fiesta solemne. Antes de la fiesta los jefes apartan al sacerdote, cada uno, un pedazo de ñame.
El sacerdote le aparta por su parte otro pedazo y les presenta en donde asienta el espíritu y hace la ofrenda, diciendo: “Hoy el ñame de la vida ha llegado al pueblo. He aquí tu parte, tómala y come. Que ninguno de los que hoy comen del ñame hoy experimenta ningún dolor”.
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El sacerdote deja lo ofrecido en el sitio y al reintegrarse hace cocinar un poco de ñame que, mezclado con aceite, es de depositado en pedazos en su patio y en su casa, nueva ofrenda que se dirige a todos los dioses o espíritus de la morada.
Cumplido ese rito puede comerse el ñame que ha sido recogido. Cuenta Moscoso Puello en su obra y apuntes para la historia de la medicina de la isla de Santo Domingo tomo II. En las riberas del Nilo el rito es diferente de lo que hemos descrito.
El sacerdote, en medio de una fiesta solemne, raspa el ñame recién recogido y hace una pasta que se cuece junto a un pescado y nuez de kola.
El alimento así preparado se divide en dos partes, de las cuales una se guarda para el ofreciente y la otra es colocada por este en los labios de aquel que va a comer el nuevo tubérculo.
Por: Juan B. Nina ninajuanb@gmail.com