Ramón Antonio Veras acaba de entregar el libro en dos tomos: “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy” en el cual afirma que “el medio social diluye la amistad”.
Lo que estoy percibiendo que en la decadente tendencia a la falta de sinceridad, las traiciones y las falsedades entre “amigos” están a la orden del día.
Cito textualmente a partir de este momento al respetado jurista de Santiago:
“La compenetración entre amigos está resultando agrietada por un mundo que no conoce la amistad cultivada en forma agradable, la trabazón construida con amabilidad y reciprocidad. La simpatía que hace sentir bien a los íntimos se ve empañada por las actitudes intolerantes que genera la obstinación”.
“Aquellos afectos que se fueron soldando con los años, este medio los diluye; la afinidad sana, la sincera inclinación se daña por las taras sociales; la afición, el apego, la simpatía mutua es devorada por este contaminado ambiente que absorbe hasta las uniones mas armoniosas y los enlaces más sólidos”.
Resulta penoso que el medio social contribuya a que amigos de años y años se pierdan, porque se desorientan al ser tentados por los vicios sociales, se extravían del camino de la sincera amistad, abandonan la relación de afecto, lealtad y franqueza, malogrando así el cariño, la estima mutua que se había cultivado con el trascurrir del tiempo”.
“La polución que está en el medio social dominicano es infecciosa, envenenan hasta la amistad más antigua y pura, corrompe, pervierte sanas relaciones, emponzoñan sembrando odio para crear discordancia entre amigos queridos y unidos por lazos históricos”.
En casi mil páginas bellamente diagramadas y compuesta por la editora Amigos del Hogar el autor recorre gran parte de la socio-politica de la Republica Dominicana, país en el cual el ha sido actor de primer orden.
Don Negro en esta entrega recopila también parte de su paso por la vida.
Mi lectura del texto se detuvo en la pagina 98 a propósito de de las amistades que se han diluido como consecuencias de las divisiones de los partidos políticos, desde las escisiones de los años 60 con la izquierda dominicana, hasta la actualidad con los sobrevivientes de los llamados partidos del Sistema.
Sigo citando textualmente este sincero ensayo:
“El falsario abunda en la sociedad dominicana actual, esta educado, preparado para mentir; su norma de vida es ser artero, impostor y mitificado por convicción. El falseador es un ser humano dañado que contagia con su sola presencia; su infección es pegadiza”.
En lo que sigue del texto el autor llama a que renazca el sentido de una amistad auténtica que hoy esta intoxicado por la carencia de lealtad, la depravación, la deshonestidad, la perversión y el envilecimiento.
Gracias profesor por esta entrega que debe estar en manos de los padres y profesores responsables para leerlo en el seno de la familia.