Con el congreso que celebra este domingo para reestructurar sus organismos dirigenciales, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) demuestra su disposición de echar el pleito en la arena política. Las deserciones, detenciones e interrogatorios a dirigentes y exfuncionarios no han amilanado a los peledeístas en su determinación de fortalecer sus estructuras internas. Y mantenerse como segunda fuerza opositora.

De hecho, figuras prominentes de la organización ya han calificado de persecución política operaciones como la “Atipulpo” y los interrogatorios por corrupción a hermanos, cuñados y exfuncionarios del gobierno de Danilo Medina.

Sin conocerse a fondo la gravedad de los hechos es posible que esos dirigentes se hayan excedido con juicio a priori sobre las investigaciones de escándalos de corrupción.

La inquietud debe sin embargo de servir de alerta al Ministerio Público en torno a la obligación de resperar el debido proceso en las investigaciones, para no dar lugar ni por asomo a malas interpretaciones.

Sin importar de quien se trate la consigna debe ser que el que la hizo que la pague. Para su convención de hoy el PLD ha habilitado 381 centros de votación para escoger 300 miembros de su comité central. La comisión organizadora había informado que 164,266 presidentes de comités de base están facultados para acudir a las urnas.

Es importante que una organización con la presencia del PLD busque renovarse para incidir en la lucha política.