Por las razones que fueran, se trata de un gesto humano y saludable la decisión del presidente estadounidense Joe Biden de mejorar las relaciones con Cuba.
Restablecer los vuelos y eliminar las restricciones a las remesas son pasos que darán un respiro a los cubanos frente al asfixia que ha significado el bloqueo económico.
Biden ha alegado que con la apertura procura que el pueblo pueda conseguir una vida libre fuera de la opresión del Gobierno, al tiempo de estimularlo a buscar mejores oportunidades económicas.
Lo más importante, sin embargo, es la reconsideración de las restricciones comerciales que en 2019 había impuesto el entonces presidente Donald Trump.
Podría decirse que, tratándose de una promesa de campaña, Biden esperó mucho tiempo para anunciar el deshielo en las relaciones con Cuba. Lo importante, empero, es que lo ha decidido.
