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Disparate de Haití

Disparate de Haití

Operativo contra indocumentados haitianos./Foto de archivo

Sin medios para probar que en las repatriaciones de sus nacionales el Gobierno dominicano violaba la dignidad de los haitianos, las autoridades del vecino país se inclinaron por un disparate al calificar la medida como una estrategia de depuración étnica.

Sabe el Gobierno haitiano que República Dominicana no es un país racista y que las repatriaciones de indocumentados se corresponden con una política migratoria.

De la misma manera que Estados Unidos, Francia, Canadá y otras naciones regulan las migraciones, República Dominicana también se ampara en sus leyes para hacer lo mismo.

Tras solicitar una reunión urgente de la OEA para denunciar los supuestos atropellos en las repatriaciones, al no poder presentar un solo caso Haití optó por cambiar de parecer.

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Es triste que las repatriaciones agraven la situación humanitaria y alimentaria de los haitianos, pero ese es un problema que deben enfrentar las autoridades de la vecina nación.

Antes que cargar contra este país el Gobierno haitiano debe clamar por la cooperación que la comunidad internacional no acaba de cumplir para restablecer siquiera la seguridad.

El Nacional

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