Cójanlo Página Dos

El mismo caos

El mismo caos

En tanto se concreta la asistencia militar ofrecida por Canadá y Estados Unidos a Haití, las pandillas imponen sus reales en el territorio.

Por más retórica de la que haga gala, demostrado está que la Policía carece de capacidad para lidiar con las bandas que tienen en jaque al Gobierno y a la población.

Tan creciente es la inseguridad que la organización Médicos sin Fronteras ha advertido sobre las dificultades que afronta para asistir a la población, con toda y la protección oficial con que opera.

El deterioro tanto de las condiciones de vida de los haitianos como de la gobernabilidad, vuelven a reclamar una intervención más efectiva de la comunidad internacional en un país que sus propios habitantes ven como tierra de nadie.

Mientras las pandillas hacen de las suyas, la crisis sanitaria, el hambre y la violencia se propagan por todos los rincones del territorio.

Si Canadá y Estados Unidos quieren cooperar contra la violencia y la inseguridad en Haití, tienen que hacer más de lo que han prometido. Por las complicidades entre los líderes pandilleros y sectores de poder el Gobierno haitiano entiende que la mejor salida es el despliegue de una fuerza internacional.

El Nacional

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