Hace 56 años, un domingo de verano, igual que ayer, con voz estruendosa el canillita vociferaba: “Despedirán 4,000 obreros de los ingenios del Estado”, con lo que no sólo anunciaba la principal noticia del día sino también el nacimiento del primer periódico vespertino de República Dominicana: El Nacional de ¡Ahora!

Era el 11 de septiembre de 1966 y fue concebido con el concepto de ¡Ahora!, para mantener la conexión con la principal revista que en ese momento se editaba en el país.

Pero con el paso de los años y los veloces cambios en la carretera de la información el concepto hubo que adaptarlo a los tiempos modernos.

Entonces, El Nacional de ¡Ahora! pasó a ser El Nacional, La Voz de Todos.

Ha sido un medio vanguardista durante toda su historia, defensor de los Derechos Humanos Universales y de las causas justas del pueblo dominicano. Este diario ha experimentado varios rediseños, manteniendo su línea informativa y firmeza editorial logrando así ser desde su fundación un canal de referencia en el país.

El Nacional jugó un papel significativo durante el período político 1966-1978, época donde el ejercicio del periodismo era uno de los oficios de mayores riesgos en el país.

A través de sus análisis oportunos y con los inteligentes y vibrantes editoriales, logró llevar a niveles de equilibrio a la sociedad de entonces, levantando un muro de contención ante la violencia, las muertes, las desapariciones, los encarcelamientos arbitrarios y la intolerancia que desde la Presidencia de Joaquín Balaguer se ejecutó contra toda opinión que reflejara algún tipo de simpatía hacia posiciones democráticas revolucionarias.

Desde sus inicios ha sido uno de los periódicos con una presencia fuerte en los procesos reivindicativos de la sociedad dominicana, y en el fortalecimiento del sistema democrático.

Tanto así que aun los más críticos han tenido que verlo como un vocero vertical, que durante más de medio siglo ha estado presente en las importantes jornadas sociales, económicas e históricas, que marcaron a la República en este período. Un compañero permanente a través del tiempo y la historia de los dominicanos.

A pesar de sus 56 años de existencia, El Nacional ha sido un periódico que no se ha quedado en el pasado, y sigue siendo un medio vigilante ante la sociedad y prevenido e innovador ante los cambios que demanda a diario la sociedad, por lo que emprende de tanto en tanto para mantenerse a la vanguardia; y sin escatimar esfuerzos, también ha ganado un espacio de primer orden en su edición digital, con una permanente vigencia y actualizaciones.

Antecedentes

Rafael Molina Morillo es un nombre imprescindible en la historia del periodismo dominicano. Fue fundador de la revista ¡Ahora!, el 15 de enero de 1962, la que se convirtió en un órgano semanal que jugó un papel fundamental en la lucha por las libertades públicas tras la caída de la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo, cuando sectores reaccionarios de la ultraderecha pretendían mantener su vigencia en la vida pública.

Debido a las denuncias de la revista ¡Ahora!, esos sectores, el 5 de octubre de 1965, luego de la revolución de abril de ese año la dinamitaron destruyendo sus maquinarias y oficinas donde se editaba.

Con los escombros del semanario aún humeantes, Molina Morillo decidió crear El Nacional, para garantizar una voz informativa y de orientación que circulara en las calles de todo el país cada tarde.

Tanto El Nacional como la revista ¡Ahora! se habrían de convertir en púlpitos de denuncias de los atropellos y violaciones a los derechos de los ciudadanos, tanto en el período del Triunvirato que asumió el poder tras el golpe de Estado contra el Gobierno democrático del profesor Juan Bosch, como en los años posteriores, durante los gobiernos del entonces presidente Joaquín Balaguer.

En julio de 1979 El Nacional se convirtió en el primer medio escrito del ahora Grupo de Comunicaciones Corripio, al adquirir el empresario José Luis Corripio Estrada, la mayoría de las acciones de Publicaciones Ahora, empresa que edita este diario.

La evolución

Para el fundador de El Nacional, Molina Morillo, los periódicos son entes con vida y como tales tienen que evolucionar.

Explicó que en su más de medio siglo este diario tuvo cambios significativos, aunque admitió que los primeros que se hicieron no fueron calculados, sino espontáneos, hijos de las circunstancia del momento.

Sin embargo, reconoció que el más reciente cambio de diseño le da nuevo dinamismo a El Nacional sin alterar sus esencias, su personalidad, su vibración.

El compromiso

En el editorial de la primera edición quedó plasmado el compromiso de los periodistas, quienes asumieron la responsabilidad de realizar su trabajo de espaldas al sectarismo que en ese momento arropaba la sociedad.

Esto significaba que los hechos y acontecimientos serían servidos sin omisiones, sin distorsiones ni postergamiento para los lectores.

El compromiso asumido por el personal de la redacción era decir siempre la verdad de lo ocurrido.