Editorial

El toro por los cuernos

El toro por los cuernos

Imposible negar que la población se encuentra hoy a merced de la delincuencia y que los remedios aplicados para controlarla no han surtido efectos por lo que se requiere revaluar prontamente la situación antes de que el rebrote de crímenes y delitos impacte negativamente sobre la temporada de Navidad y Año Nuevo.

La semana cierra con episodios de asesinatos, sicariato, secuestros, atracos, robos en residencias y negocios, así como múltiples asaltos a ciudadanos en plena vía pública, especialmente en el Distrito Nacional, provincia Santo Domingo y Santiago, aunque los reportes provienen de gran parte de la geografía nacional.

Se resalta que los casos de crímenes y delitos ocurren a cualquier hora del día, la noche o la madrugada, en barrios populares, comunidades rurales o sectores residenciales, lo mismo que en avenidas, autopistas, o calles interiores.

En ese extenso listado no se mencionan los feminicidios ni los homicidios definidos como sociales, sino aquellos que se perpetran con motivo de atracos, asaltos, secuestros, desapariciones, robo agravado o asesinatos por encargo.

El Gobierno aplica un programa de reforma policial como centro de una estrategia de largo plazo de abordaje de la delincuencia, que debería incluir el fortalecimiento del Ministerio Público, pero el súbito incremento de la violencia delincuencial requiere de acciones urgentes e inmediatas.

Sin poder proclamar éxito en el abordaje al brote de delincuencia que convulsiona a municipios de la provincia Santo Domingo, las autoridades deben ahora improvisar algún brebaje para afrontar el auge delincuencial en Santiago donde antisociales asesinaron nueve personas en tres días.

Resulta previsible un recrudecimiento de la delincuencia durante el mes de diciembre cuando Gobierno y sector privado distribuyen a sus empleados el salario 13, además de bonificaciones y sueldos regulares, por lo que se precisa que Ministerio de Interior, Ministerio Público y Policía desalojen a los delincuentes de las calles, a cualquier precio, más rápido que inmediatamente.

Ante el generalizado estado de inseguridad ciudadana, se aconseja la intervención del Presidente de la República, a los fines de que por su autoridad y voluntad política cesen los experimentos de laboratorio y novelística de justificaciones, para que las autoridades, de una vez y por todas, tomen al toro por los cuernos.

El Nacional

La Voz de Todos