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El valor del maestro

El valor del maestro

José Antonio Torres

Debo más a Aristóteles, mi maestro, que a Filipo, mi padre: éste me dejó un reino y aquél me enseñó a gobernarlo”. Con esta frase, Alejandro Magno, rey de Macedonia, justificó que con sólo 23 años de edad había diseñado el más ambicioso plan de educación para su gente.

Este joven rey sabía que maestro es el que enseña, el que guía el pensamiento y entrega los valores sociales, el que lleva al pequeño, al adolescente y al joven adulto por el camino del saber, el que despierta vocaciones y muestra el accionar correcto en la sociedad.

Ahora que estamos en las vísperas del inicio de un nuevo ciclo escolar y cuando se le quieren restar recursos al magisterio es bueno ponderar la labor de los educadores.
Y agrego yo que maestro es el que cumple con su deber sin ninguna objeción, es quien sirve a los demás sin esperar más retribución que el haber cumplido de la mejor manera posible su cometido; es aquel que sirve de ejemplo a los demás.

Sin maestros no hubiese sido necesaria la lucha del 4%, ¿porque para qué? Sin la formación dada por ellos, hoy no existieran empresarios pró

speros, de modo que la labor de los educadores no ha pasado sin penas ni gloria por la sociedad dominicana.
Ser maestro no es una tarea fácil en un país, donde hasta hace poco el salario no le permite siquiera comprar los artículos básicos de la canasta alimenticia.

El maestro no macutea como hacen los policías, no dispone de privilegios ni beneficios marginales como muchos periodistas, pero tampoco puede trabajar en varios sitios como hacen médicos, ingenieros, abogados y otros profesionales liberales.

El maestro debe vivir de su salario, ser ejemplo de honestidad en su sector, además de la responsabilidad de educar a los hijos de quienes hoy les niegan un justo aumento en su salario.

El maestro promedio trabaja cuatro horas dentro del aula, pero a esto debe sumarle al menos dos horas en la preparación de clases, corregir tareas y traslado a la escuela. Pero si algún ciudadano consciente de los que no usan yipetas lo dudas, pues que haga la prueba.