Con la victoria del libertario Javier Milei se despeja el tenso panorama electoral en Argentina, pero no las incógnitas en torno al futuro de la nación.

Aunque moderó su discurso y se arrepintió de las expresiones contra el papa Francisco, a quien llamó imbécil, Milei, que ganó el balotaje con un 56 % de los votos, representa para los analistas un salto a lo desconocido.

El economista, quien venía de ocupar el segundo lugar en la primera vuelta, pudo remontar para superar al candidato oficialista y ministro de Economía, Sergio Massa.

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El candidato de La Libertad Avanza focalizó su campaña en la reducción del Estado, la dolarización y la privatización de la educación.

Pero más que sus propuestas, la crisis económica se cita como el principal aliado del hoy presidente electo. La inflación ha roto récord y el peso se ha devaluado a una velocidad de espanto.