Durante el primer día del “Parquéate bien” fueron retenidos 34 vehículos por estacionarse en el lado equivocado de vías previamente señalizadas por el Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (Intrant), por cuya infracción los conductores fueron obligados a pagar una multa, sin que las autoridades ofrezcan alternativas sobre dónde aparcarlos.
Ese programa piloto, aplicado también por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), responde a la necesidad de afrontar el desorden prevaleciente en la mayoría de calles y avenidas del Distrito Nacional en lo relacionado con estacionamiento en lugares no permitidos.
Choferes y conductores desearían poder estacionar sus vehículos livianos o pesados frente a sus residencias, negocios o lugares donde acuden, sin entender que cualquier metrópolis, así sea Nueva York, Madrid, Rio o San José, los conductores deben librar distancias considerables para conseguir estacionarse.
Dominicanos que residen en Nueva York se acostumbran a estacionar sus vehículos muy distantes del lugar deseado, o a trasladarlos de un extremo a otro en los horarios fijados para el paso del camión recolector basura, lo que se asocia con orden, disciplina y civilidad.
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Ese programa de ordenamiento vial se ha iniciado en 12 vías del ensanche Naco, donde también se aplicó un plan previo de ubicar sus calles interiores de una sola vía, pero las autoridades han prometido que se extenderá por todas las vías del Distrito Nacional.
Se admite que el tránsito y el transporte en el Gran Santo Domingo constituyen un caos mayor, aunque los ayuntamientos y el Intrant instituyen rutas de autobuses en corredores como las avenidas Winston Churchill y Abraham Lincoln, al tiempo que desalojan a carros públicos de esas vías.
Lo que se pueda hacer para afrontar ese desorden debería ser bien recibido por la ciudadanía, como lo es el Plan Parquéate, que apenas comienza y que tendrá mayores escollos que subsanar, como los casos de talleres, tiendas y freidurías que operan en plenas calles y avenidas en barrios populares y sectores residenciales.
Al Gobierno le corresponde cumplir con la promesa de construir edificios de estacionamientos públicos en diferentes sectores del Distrito Nacional y de la provincia Santo Domingo, sin los cuales ese programa estaría condenado al fracaso, bajo la premisa de que los conductores no estarían obligados a lo imposible.