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Es posible tener gobiernos y capitalismo éticos

Es posible tener gobiernos y capitalismo éticos

Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que si el país conociera la Constitución, tuviéramos, al mismo tiempo, gobiernos y capitalismo más éticos, así como un fuerte desarrollo económico y social integral, que, sin lugar a dudas, se traduciría en menos exclusión, delincuencia e inseguridad ciudadana.

Por vía de consecuencia tendríamos que depender menos de la corrupción y el narcotráfico, para sobornar y comprar cargos electivos, a los poderes del Estado y ayuntamientos.

Es más, si el país o los países del mundo conocieran a cabalidad, sus constituciones y la modificaran según las necesidades surgidas de la evolución de su realidad social, política y económica, los términos de gobiernos de izquierda y derecho, podrían tener menos vigencias, por cuanto, en fin de cuenta, lo que nuestro país y el mundo necesitan es una mejor redistribución de las riquezas, mas inclusión e igualdad, así como un acceso al trabajo, a la salud, vivienda, educación y paz.

Estaríamos hablando de gobiernos y sociedades institucionalistas, en el sentido de velar porque se les dé fiel cumplimiento a lo establecido en la Constitución, las leyes, decretos, reglamentos, resoluciones o actos.

En esa dirección y, para poner ejemplos prácticos que nos permitan entender que lo que estamos proponiendo es posible, pensemos, qué pasaría si aplicáramos los artículos 6 y el 63 numeral 13 de nuestra Constitución.

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El artículo 6 de nuestra Carta Magna es la guía, para vivir en Constitución, ya que este nos habla de la “Supremacía de la Constitución”, explicándonos que “Todas las personas y los órganos que ejercen potestades públicas, están sujetos a la Constitución, norma suprema y fundamento jurídico del Estado. Son nulos de pleno derecho, toda ley, decreto, resolución, reglamento o actos contrarios a esta Constitución”.

Vamos a imaginarnos que este artículo 6 sea aprendido por cada uno de los diecisiete directores regionales, así como los ciento veintidós directores de distritos escolares de todo el país, y que, a su vez, cada director de escuelas y liceos, así como sus profesores, socialicen la profundidad del contenido cívico del mismo con sus alumnos y padres y amigos de los diversos centros ¿Qué pasaría en nuestra nación? Tendríamos, sencillamente una revolución ética y moral.

Y ¿por qué tendríamos una revolución ética y moral en todo el país? Bueno, porque cada uno de los actores del sistema educativo tendría que darle cumplimiento al mandato del artículo 6, aplicando entonces el artículo 63, numeral 13 de la misma, el cual señala que:

“Con la finalidad de formar ciudadanas y ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, en todas las instituciones de educación pública y privada, serán obligatorias la instrucción en la formación social y cívica, la enseñanza de la Constitución, de los derechos y garantías fundamentales, de los valores patrios y de los principios de convivencia pacífica”.

Señores, y si se le diera fiel cumplimiento a este artículo 63, numeral 13, en todos los cursos del sistema educativo nacional, tendríamos, en poco tiempo, los futuros policías y militares con un alto nivel cívico, que podrían rechazar en muchos casos, ser sobornados, para no manchar el uniforme que la sociedad paga, para que sean honrados.

Tendríamos mañana funcionarios en los tres poderes del Estado, que entendieran que deben servir al interés nacional, no a sus bolsillos.

Si esto se llevara a cabo, disminuirían al mínimo la delincuencia. Los jóvenes tuvieran los espacios deportivos necesarios en todo el país, para encausar sus energías y disciplina necesaria, para cumplir con los propósitos de ser mejores ciudadanas y ciudadanos. La droga y la corrupción disminuirían su influencia en el Estado. Entonces podríamos pensar que es posible tener gobiernos y capitalismo éticos.

Por: Andrés Fortunato Victoriá

El Nacional

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