La voz alma tiene dieciséis significados. Procede del latín “anima”. Las dos primeras acepciones dicen: f. Principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida. f. En algunas religiones y culturas, sustancia espiritual e inmortal de los seres humanos.
Citaremos algunas de las múltiples expresiones formadas con el vocablo alma como núcleo. Veamos:
-alma de Caín. Persona aviesa o cruel.
-alma de cántaro. Persona sumamente ingenua o pasmada.
-alma de caballo. Persona que sin escrúpulo alguno comete maldades.
-alma de Dios. Persona muy bondadosa y sencilla.
-alma de Judas. Alma de Caín.
-alma del negocio. f. Objeto verdadero de él, su móvil verdadero, secreto o principal.
-alma en pena. f. alma que padece en el purgatorio, alma errante, sin reposo definitivo. Persona que anda sola, triste y melancólica.
-arrancarle a alguien el alma. Quitarle la vida. Arrancársele a alguien el alma. Sentir gran dolor o conmiseración por algún suceso lastimoso.
-caérsele a alguien el alma a los pies. Abatirse, desanimarse por no corresponder la realidad a lo que esperaba o creía.
-clavársele a alguien algo en el alma. Sentirlo mucho, quedar fuertemente afectado u ofendido por ello.
-como alma que lleva el diablo. Huyendo con extraordinaria ligereza o velocidad y con presteza o perturbación del ánimo. Ir, salir como alma que lleva el diablo.
-con el alma y con la vida, o y la vida. Con mucho gusto, de muy buena gana.
-dar alguien el alma al diablo. Atropellar todo para hacer su gusto.
-dar el alma, o dar el alma a Dios. Expirar, morir.
-del alma. Muy querido. Amigo, hermano del alma.
-despedir el alma. Dar el alma.
-echar el alma. Afanarse, trabajar excesivamente. Echar, o echarse, el alma atrás, o a las espaldas. Proceder sin atenerse a los dictados de la conciencia o prescindiendo de todo respeto.
-en el alma. Entrañablemente. Sentir, doler, alegrarse en el alma.
-encomendar el alma. Recomendar el alma. Confiar el alma a Dios al sentirse próximo a morir.
-estar alguien como el alma de Garibay. No hacer ni deshacer ni tomar partido en algo.
-estar alguien con el alma en la boca, o entre los dientes. Estar para morir. Padecer tan gran temor que parece que está en riesgo de morir.
-estar con el alma en un hilo. Estar agitado por el temor de un grave riesgo o trabajo.
-hablar alguien al alma a otra persona. Hablarle con claridad y verdad, sin contemplación ni lisonja. Hablarle con gran interés, procurando persuadirla, conmoviéndola.
-írsele el alma a alguien por, o tras, algo. Apetecerlo con ansia.
-llegarle a alguien al alma algo. Sentirlo vivamente.
-llevar a alguien o algo en el alma. Quererlo entrañablemente.
-no tener alma. No tener compasión ni caridad. No tener conciencia. Ser indiferente a cuanto puede mover el ánimo.
-partir el alma a alguien. Golpearlo violentamente. U. m. c. amenaza. Herir profundamente sus sentimientos.
-partírsele a alguien el alma. Sentir gran compasión.
-perder el alma. Condenarse (? incurrir en la pena eterna).
-pesarle a alguien en el alma algo. Arrepentirse o dolerse vivamente de ello.
-recomendar el alma. Decir las preces que la Iglesia tiene dispuestas en favor de quienes están en la agonía.
-sacar a alguien el alma de pecado. Hacer con arte que diga o conceda lo que no quería.
-tener el alma bien puesta. Tener ánimo y resolución.
-tener el alma parada. No discurrir ni usar las potencias como se debiera.
-tener más almas que un gato; o tener siete almas como gato, o como un gato. Tener siete vidas como los gatos.
Hay mucho más, pero basta por hoy.