República Dominicana figura en cuarto lugar entre las naciones de América con bajas restricciones al ejercicio de los medios de comunicación, según el Índice de Chapultepec, sobre libertad de expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Sin restarle méritos al Gobierno, que sin duda promueve o tolera un adecuado clima de libertades relacionadas con el derecho a informar y estar informado, los periodistas desempeñan un rol estelar en la defensa de esas prerrogativas constitucionales, pero esos objetivos fueran inalcanzables sin el concurso de la población que ha sido intransigente frente a los escollos que desde distintos litorales se colocan para limitar la libertad de expresión.
Canadá, Jamaica y Uruguay figuran en los primeros lugares de la honrosa lista, en tanto Cuba, Nicaragua y Venezuela se sitúan entre los que más restringen esos derechos.
Los dominicanos padecieron durante casi 40 años diversos tipos de represión contra la prensa, incluidos los 31 de dictadura trujillista.
Satisface que hoy figure entre las naciones que respetan o no restringen el derecho de prensa y el de la libre expresión. Falta trecho por recorrer.
