La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, se apoya en estadísticas oficiales para afirmar que la tasa de homicidios ha disminuido drásticamente en el país.
Puede que en realidad se haya registrado ese descenso de un 7.5 % en homicidios que cuando crece tanta incertidumbre genera en la población.
La funcionaria señala el patrullaje y los operativos preventivos entre los factores que incidirían en esa caída de los crímenes y asaltos callejeros. Los componentes se prestan a conjeturas, pero no es lo que está en discusión.
Puedes leer: El 50 % de homicidios es por conflicto social
Tienen las autoridades que prestar atención a disputas familiares o personales que por lo regular se saldan con balances trágicos.
Aunque Interior y Policía apoye sus estadísticas en promedio, no dejan de sonar la alarma casos recientes como el de los dos cuerpos calcinados encontrados en un vehículo en Loma Miranda, el asesinato de tres hombres en La Guáyiga, el doble asesinato de un padre y su hijo en Los Alcarrizos y la ejecución de un menor en Capotillo.
Puedes leer: Más de 243,000 armas de fuego están en manos de civiles en República Dominicana
Para convertir en realidad ese clima de paz y seguridad que tanto se necesita, las autoridades no pueden guiarse por unas estadísticas que todavía se piensa que son más circunstanciales que resultado de medidas preventivas. Sin que se cuestionen las estadísticas oficiales, es necesario señalar que en la violencia social elementos como el sicariato son tan perturbadores como los casos que se dirimen al margen del sistema judicial.