Santo Domingo.- Felucho Jiménez es un gestor cultural con la capacidad de vincular a sus labores oficiales pasadas a proyectos que han incluido la edición de las mejores compilaciones de música popular y académica, la creación de grupos musicales infantiles de sectores socialmente muy vulnerables (como la orquesta y coro de niños y jóvenes de Nizao).

Por su iniciativa, hoy contamos con dos magníficas recopilaciones de música popular y clásica, el resultado de un concurso de merengues y varias antologías de poesía y teatro.

Músicos, compositores y canciones dominicanas en los Siglos XIX y XX, expone 512 nombres, intérpretes y productores de obras y diferentes ritmos, directores musicales; 4.001 títulos de composiciones de diversos géneros; los nombres completos de sus autores, fecha y lugar de nacimiento y fallecimiento en orden cronológico y provincial y biografías detalladas de cada uno.

El libro es un panorama organizado geográficamente, con un diseño que segmenta adecuadamente el material fotografico debidamente acreditado tanto en la imagen como en los datos para cada artista expuesto, y que refleja es el producto de una compilación con criterio de investigación y realizada durante años.

También puedes ver: Fallece padre de Felucho Jiménez

Introducido por el historiador José Chez Checo y prologado por el maestro Rafael Solano, Músicos, compositores y canciones dominicanas de los siglos XIX y XX, es un contenido de lectura rigurosa (con excepción de algunas omisiones que lógico que se produjeran por la magnitud y alcance del tema).

Para el lector no experto en música y solo amante de la música (¿Quién no lo es?), el libro es culturalmente enriquecedor y como lectoría un relatoría animado y grácil de las características y curiosidades del mundo musical dominicano. Es un gusto inenarrable para quienes disfrutan de la historia y del arte.

Habría sido trascendente incluir un índice onomástico para facilitar la búsqueda directa de determinados creadores de música, lo que se sugiere para la reedición próxima que de seguro ha de tener.

Lo que sí es claro, es el valor del trabajo, que permite poner en común la pasión particular del autor por la música.

Este libro es imprescindible para cada persona que ame la música, un reporte que nos refiere con justicia a quienes, ya en el inicio organizado de la industria musical y hasta el presente, han sido los creadores e intérpretes.

Error y omisión
Algunos errores se cuelan: Marcos Caminero nunca tocó para Rasputín su tema El hombre del palo y no aparece como compositor Luis Tomás Oviedo, médico, poeta y creador de temas para el grupo Nueva Forma.