Tras las opciones que ordenó explorar el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis haitiana se hacen innecesarias las gestiones de una delegación dominicana para llamar la atención sobre la problemática.

Entre las opciones que se ordenó para combatir la violencia de las pandillas están el despliegue de una fuerza de paz de la ONU y otra multinacional.

El secretario general, Antonio Guterres, recibió un plazo de 30 días para presentar un informe sobre la solución a la violencia y la crisis haitiana.

Con tal decisión carece de relevancia la comisión de congresistas que se designó para abordar con colegas estadounidenses la situación de Haití.

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Lo que ya procede es dejar en manos del Consejo de Seguridad de la ONU la solución a una crisis en torno a la cual a República Dominicana le cabe el mérito de llamar la atención desde un primer momento.

La realidad es que por más que este país sufra las consecuencias de la crisis haitiana, la misión dominicana no va a nada a Washington, Canadá, Francia ni Bélgica a exponer el impacto de una problemática que ya está en manos de la ONU. Aunque siempre haya que estar a la expectativa.