SANTIAGO.- Mientras las actividades comerciales entre República Dominicana y Haití permanecen cerradas en la frontera norte por la provincia Dajabón, las autoridades del gobierno del vecino país siguen reforzando su vigilancia con más agentes y militares portando armas livianas y pesadas.

Desde el pasado martes cuando se originó un incidente con ciudadanos haitianos que quemaron neumáticos en las cercanías del lugar donde se construye un canal en la comunidad de Gaya, Juana Méndez, se ha incrementado la presencia de policías y militares de los denominados Polifront y fuerzas especiales (UDMO).

En tanto las Fuerzas Armadas Dominicanas también se mantienen en la zona no solo con unidades de guerra motorizadas, sino con aviones y drones para evitar el trasiego de personas y mercancías por la frontera.

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El pasado miércoles fracasaron las conversaciones de dos comisiones de funcionarios haitianos y dominicanos que se reunieron en Juana Méndez.

De esa comisión dimitió el alcalde municipal de Dajabón, Santiago Riverón, alegando que los funcionarios dominicanos no estaban en capacidad ni condiciones de complacer las exigencias que hacían los representantes haitianos.

Luego que el Gobierno Dominicano flexibilizó los mercados binacionales, los ciudadanos haitianos se resisten al uso del sistema biométrico por las autoridades dominicanas para permitir su ingreso a territorio dominicano, pero también exigen que haya más facilidades en los visados.