Planean todavía sus nubarrones, pero se trata de un gran paso para bajar las tensiones entre República Dominicana y Haití, la decisión el pasado sábado de las autoridades del vecino país de permitir a sus comerciantes retirar los camiones con mercancías que se encontraban varados en el lado dominicano.

El tiempo se ocupará de despejar el panorama, pero mientras tanto la decisión haitiana es de gran alivio para los residentes a ambos lados de la isla. Los haitianos estaban necesitados de recuperar sus mercancías para satisfacer sus necesidades.

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Tras las tensiones por la construcción del trasvase en Haití del río Masacre a ambos países no les queda más que entenderse a través del diálogo. Los haitianos no tuvieron inconvenientes en aceptar los controles establecidos.

Este país es la principal fuente de abastecimiento para los haitianos, donde además viven y trabajan cientos de miles de sus compatriotas, en tanto esa nación es el segundo socio comercial nuestro. Que las operaciones transcurrieran en completa calma es una buena señal de que los conflictos diplomáticos no han malquistado las relaciones entre los pueblos.