Más alentadora no puede ser la noticia de que la positividad sobre la covid sigue en caída libre, en tanto aumenta el porcentaje de vacunados.
Con ese panorama las perspectivas de recuperación de las actividades son más que halagüeñas y despeja el temor a la desescalada.
A pesar de lo grata que resulta la información del descenso todavía no se puede festejar ni bajar la guardia. Además de las variantes que circulan, que en muchos países han llevado a implantar restricciones, aquí todavía no se ha alcanzado la inmunidad colectiva.
Cualquiera se siente libre cuando escucha que la positividad diaria descendió a 1.47% aunque al día siguiente pasó a 5.36% y ayer a 8.34%. Los contagios, las defunciones y la ocupación de camas también se han desplomado. Según las autoridades, de 5,586 pruebas procesadas, 5,519 habían sido por antígenos y solo 67 por PCR.
Las informaciones en la batalla contra la covid son tan auspiciosas que en las últimas horas la tasa de positividad se ha derrumbado, pese a dos repuntes seguidos. Pero hasta que no se esté plenamente seguro de que la pandemia está controlada lo más saludable es no bajar la guardia.
