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Haití, volcán en erupción

Haití, volcán en erupción

Hugo A. Ysalguez

El gran desplazamiento de la inmigración haitiana hacia otros países de América y del Caribe, constituye el ejemplo más dramático para comprender los abates y consecuencias que vivimos los dominicanos, generando una concepción exacta que desmiente las acusaciones de xenofobia y racismo de parte de nuestros habitantes y autoridades. Actualmente, el vecino país es un huracán en erupción cuyas lavas se extienden rápidamente en otros territorios.

Los sinsabores que padecen países como Chile, México, Las Bahamas, Colombia, Cuba y Estados Unidos, son los mismos que los dominicanos hemos tenido que soportar durante décadas, con las agravantes de acusaciones y condenas infundadas por parte de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, describiendo a nuestra nación como inhumana al despojar de la nacionalidad a los haitianos que no nacieron aquí o son hijos de ilegales que no le corresponden el status de dominicanos, conforme a la Constitución de la República.

No hemos visto ninguna crítica a las incesantes deportaciones de haitianos de los países citados u otros que hemos omitidos por falta de espacio, los cuales ejercen su poder soberano del control migratorio, una prerrogativa que organismo internacionales y un grupito muy reducido de malos dominicanos, han querido cercenar para impedir las expatriaciones masivas de haitianos indocumentados que han dejado una secuela de daños en todos los recuerdos rincones de la geografía nacional.

Los Estados Unidos en una semana deportó a 7 mil haitianos a Haití , y lo mismo hizo Cuba que expatrió a cientos de ilegales  en seis vuelos y un barco repleto de niños y mujeres desembarcaron en Puerto Príncipe, y no hemos escuchado una sola voz para quejarse de la actitud adoptada por países que ejercen su control soberano, lo que debe contribuir a acallar los organismos foráneos y los criollos prohaitianos, algunos con inclinaciones socialistas, pues los cubanos muy solidarios con el internacionalismo proletario , no soportó la carga haitiana y los envío a su país.