¿Qué Pasa?

“Hay que deshacer la casa” continúa presentaciones

“Hay que deshacer la casa” continúa presentaciones

Escena de “Hay que deshacer la casa”,  comedia con tonos dramáticos, humor y sarcasmo presentada en  Sala Ravelo, del Teatro Nacional Eduardo Brito.

Santo Domingo.- Interesante la ruta que ha tomado la oferta escénica dominicana de retorno.

Hemos tenido en tablas producciones como “A puertas cerradas”, de Jean Paul Sartre, por parte de la Compañía Teatral del Teatro Nacional, con la dirección teatral de Carlos Espinal y la musical del maestro Cante Cucurullo.

“Hermafrodita”, con libreto de Mary Zimmerman y basada en las famosas historias de Ovidio, en esta ocasión, dirigida por Carlos Martínez para la compañía joven PuntoZeta.

“César…tenemos que hablar”, del español Alberto Miralles, a cargo de Basilio Nova con la dirección de Elvira Taveras, para Teatro Cúcara Mácara, con motivo de los 45 años de Nova en los escenarios.

A esta relación de teatro de esencias nobles se agrega ahora “Deshacer la casa” (Sebastián Junyent) para conformar una cartelera que se agradece y que vaticina que el quehacer teatral llega sobre las arcadas de la excelencia.

La oferta actoral la ofrecen dos mujeres (Giamilka Fabián  (Ana) y  Gianni Paulino (Laura), quien además es productora del montaje por Atrévete S.R.L.; responsabilidad en la dirección del veterano Manuel Chapuseaux, que equivale a la experiencia de 45 años sobre las tablas.

Es una obra  profundamente actoral, concebida para que sus dos intérpretes se luzcan por encima de los demás  recursos escénicos.

Resalta la destreza de ambas para  encarnar procesos intensos de una textualidad escrita con cuidado y conocimiento en  dominio de la existencia de dos hermanas de temperamentos tan socialmente disímiles.

La dirección de arte resulta exquisita por el cuidado al detalle de la época que retrata: los años 60, en los cuales se reproduce con fidelidad vestuario, peinados, accesorios, en uno de los primeros éxitos del montaje.

“Hay que deshacer la casa” es una pieza basada en las actuaciones, en la capacidad de interpretación, en el drama familiar bien administrado y en el caso del montaje que nos ocupa, las dos se lucen, entregando una gama emotiva que cala el sentimiento.

Gianni Paulino logra la que nos parece la mejor de sus caracterizaciones al reproducir el lenguaje corporal, la expresividad y los valores tradicionales que moldean a su personaje, aderezado de actitudes conservadoras.

A ambas actrices las hemos visto  por separado en otros montajes, pero ahora, juntas,  logran ese rictus de afinidad y química  y nos dejan una experiencia escénica cargada de color emotivo y buenos giros.

Fabián llega a escena y la llena con su actuación, buen manejo de su voz que nos envuelve. Tiene manejo y poder sobre ese instrumento, para dejar que transcurra el texto de drama de Sebastián Junyent, salpicado de un humor efectivo a pesar de que no es la punta de lanza del montaje.

Una escenografía que ofrece la sala hogareña con signos de recogida para mudanza, con sus paquetes, cajas, nos prepara la entrada de las actrices.

Por buena causa

Las presentaciones de la obra financiarán el operativo Volver a Sonreír, en favor de los adultos mayores para dotarlos de prótesis dentales.

La obra seguirá todos los días de esta semana a las 8:30 de la noche.

Las entradas están a la venta en el Teatro Nacional Eduardo Brito, la Fundación Atrévete y Uepa Tickets.