Hilary de los Santos fue grandiosa y clave para que el seleccionado del club Mauricio Báez conquistara la corona del torneo de baloncesto superior femenino del Distrito Nacional, en el que se disputó la Copa Dirección General de Aduanas.
Hilary se constituyó en la dueña de los tableros en todo el trayecto del campeonato y nunca perdió la concentración para dar el máximo durante toda la justa.
Hilary fue una de las jugadoras que más impresionó a los técnicos, entrenadores y periodistas que siguieron el torneo capitaleño.
Hilary dominó a su antojo a sus oponentes en la zona de la pintura. Su coraje y determinación fueron determinantes para motivar a sus compañeras y poder regresar, aún estando contra la pared.
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Hilary se ganó el cariño de sus compañeras por su motivación y amor por el club deportivo y cultural Mauricio Báez.
Hilary era aclamada en cada partido por los fanáticos mauricianos que reconocieron que la chica puso un extra en sus condiciones físicas para hacer posible este triunfo, que algunos pensaron que era imposible.
Hilary enseñó con su actitud y mente positiva: que todo es posible, si se juega con disciplina, pasión y amor por la comunidad.
Hilary es una fajadora y exhibió muchas garras y deseo de triunfar. Todos los que siguieron la justa capitalina, coinciden en que su fortaleza debajo de los tableros y su mente fría en los momentos difíciles, hicieron posible que el Mauricio Báez, lograra lo impensable, pues jugó sin su estelar Cesarina Capallán, que se encuentra en España.
Hilary, tranquila, dura en la defensa y con una conciencia clara de que la directiva y seguidores mauricianos anhelaban ganar el campeonato, “nunca se quitó”, aún en los momentos más difíciles.
Hilary es disciplinada y escucha los consejos. Y eso es muy bueno para cualquier atleta que quiera progresar.
Elogios
Hilary recibió amplios elogios del entrenador, el cubano Alberto Zabala, quien la consideró un eje fundamental para la victoria de las campeonas mauricianas.
Hilary recibió la congratulación de José Domínguez (Boyón), conocedor como el que más del juego de baloncesto. La catalogó como “una fiera” en el tabloncillo y con un orgullo deportivo que le duplica su rendimiento, además de servir de inspiración para las demás compañeras del equipo.
Hilary entrena como nadie y los resultados de ese trabajo se vieron en la justa distrital.
Hilary merece un reconocimiento especial de la familia mauriciana y de sus compañeras.
Hilary recibió un anillo de campeón de la capitana Génesis Evangelista, quien la llamó la “verduga”.
Hilary es una campeona. Se ganó el cariño, respeto y admiración de sus compañeras de equipo y de toda la familia mauriciana.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.
