Por: Susi Pola
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Llamamos la atención a la hipocresía congresual que atenta contra la dignidad de las personas teniendo en vilo al país por la despenalización del aborto en el Código Penal, mientras mujeres, niñas y adolescentes, corren riesgos de integridad emocional y de vida por no poder elegir la posibilidad de un aborto legal y seguro en casos muy concretos.

En La Interrupción del Embarazo: Análisis Constitucional para el Debate, escrito por el conocido abogado Constitucionalista Cristóbal Rodríguez, en 2012, publicación de Profamilia y Editora Búho, recordamos la reforma constitucional de 2010, refiriendo el discurso pronunciado por la entonces diputada del PLD, Minou Tavárez Mirabal ante la Asamblea Nacional el 21 de abril de 2009, bajo el título: “Aquí lo único que hay que matar es el miedo”, diciendo que la Asamblea Nacional no es un escenario de representación de ningún credo de fe, además, de la ética cívica como el marco en el que los hombres y mujeres de Estado ‘están obligados a hacer las leyes’ y de cómo no se puede, desde el Estado, ‘orientar conductas desde el dogma o la moral religiosa.” (Pág. 74). Un discurso de respeto a la ciudadanía.

El tema del aborto mantiene el país en vilo
Explicando el origen del artículo 37, el autor dice: “se trata de la posición oficial de la Iglesia Católica sobre el tema de aborto y la vida del feto […] expuesta en su Instrucción sobre el respeto de la vida humana en su origen y sobre la dignidad de la procreación, publicada en 1987 por la Sagrada Congregación del Vaticano para la Doctrina de la Fe (entonces dirigida por el Papa Benedicto XVI) con el consentimiento de su antecesor, el Papa Juan Pablo Segundo […] “La cuestión es mucho más grave: se trata de que la Asamblea Nacional incorporó al texto constitucional un texto extraído directamente de una instrucción oficial del a Iglesia Católica”.

En esa misma Asamblea, un ejemplo de hipocresía fue el diputado del PRD por La Vega, quien dijo: “Escucho colegas hablar de que, si le violan la hija o pariente, y que entonces su hija va a parir de un violador […] eso es falso, existen métodos conocidos. Sólo pare si quiere parir, porque ipso facto se descubre que está embarazada, sólo tiene que colocarse en una escalera de 6 peldaños y bajar de nalgas, esto va provocar un sangrado y cuando usted lleva a su niña a una clínica, el médico le hace una limpieza simple y llanamente”.

Y entonces, nadie del poder se inmutó ante quien, acostumbrado posiblemente a hacer abortar, compartió su método ante toda la nación.