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Homofobia: rechazo vivido dentro y fuera de casa

Homofobia: rechazo vivido dentro y fuera de casa

Foto de archivo

Santo Domingo. – Burlas, desaprobación, comentarios ofensivos, agresión verbal, abuso psicológico y físico, son algunas de las situaciones por las que día tras día pasan personas que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+ en República Dominicana, quienes, más allá de derechos fundamentales como el de Igualdad, establecidos en la Constitución dominicana, no consideran que cuentan con leyes que los incluyan como entes con derechos en la sociedad.

Starlyn y Gabriel son dos jóvenes homosexuales que poco a poco han tenido que ir aprendiendo a vivir en un mundo donde sientes que la discriminación es cada vez mayor. Uno de ellos con el paso de los años, ha logrado llevar una vida tranquila y en armonía, mientras que, el otro, lucha no solo con sus batallas internas, sino también con el rechazo de su familia.

 “Starlyn”, a quien llamaremos así como forma de proteger su verdadera identidad, cuenta su experiencia en un entorno que describe como “poco tolerante”.

El mismo pertenece a una familia conservadora, con padre aspirante a diácono y una madre que, a pesar de ser “muy amorosa” posee una mentalidad muy “cerrada”.

Los padres de Starlyn ven la homosexualidad como una “aberración”, y guiados por la educación que les dieron, no aceptan, hablar sobre el tema con él.

“Toda mi vida ha estado llena de bullying y homofobia”, confesó.

Imagen de archivo
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“Recuerdo que una vez en el colegio entré a un curso con el objetivo de tomar una clase y tres personas me comenzaron a agredir…no les bastó con ofenderme y decidieron pasar a los golpes, sin ninguna razón aparente, más allá de mi orientación sexual”, dijo.

Piensa que el tema de su sexualidad es un secreto a voces, pues, a pesar de que en la calle puede ser él mismo, en su casa aún se hacen los ciegos.

“Mis padres me llevaban a psicólogos porque yo siempre me comporté de una forma muy amanerada, pero, con eso sólo aprendí a mentirles y a comportarme como ellos querían en su presencia…aunque, no puedo negar que me duele escucharlos decir que a las personas de la comunidad deberían lincharlos porque lo que hacen no le agrada a Dios”, afirmó.

“Por ahora me queda seguir aparentando. Estoy seguro que si les confieso todo lo que siento, terminarán por botarme de la casa”, concluyó.

Respecto al tema, la activista social Milossis Liriano, piensa que el trabajo para sensibilizar debe empezar por las escuelas, no con relación a su aceptación (que sería lo ideal), sino al tema del respeto de los derechos humanos de manera integral de las personas. Un trabajo enfocado que coloque al ser humano en el “centro”, no importa si es o no de la comunidad LGBT.

Liriano considera que, “en nuestro país existe un alto grado de discriminación, lo que crea un clima de hostilidad hacia las personas por su orientación sexual o identidad de género” y, aseguró que, estos casos revelan el largo camino que queda por recorrer en cuanto a tolerancia, respeto y aceptación de la diversidad.

Una etapa superada

Gabriel de la Rosa, mejor conocido como Semipopi, quien se dedica a la creación de contenidos en redes sociales, afirma que, desde muy temprana edad ha sido consciente de su orientación sexual, razón que llevó a sus padres a visitar diversos psicólogos junto a él, con el propósito de volverlo “normal”.

Gabriel de la Rosa (Semipopi)
Gabriel de la Rosa (Semipopi)

 “Yo pertenezco a una familia muy creyente en Dios, entonces, aceptar mi sexualidad fue muy difícil, porque desde pequeño crecí pensando que eso estaba mal, que yo no valía si era homosexual, que iba para el infierno y que Dios no me iba a amar; algo que me daba pánico”, comentó Semipopi.

Mientras en el colegio, también era víctima de burlas y comentarios despectivos por su forma de ser. “Me gritaban ´pájaro´ cuando no era algo de lo que yo estaba orgulloso”.

Como resultado, De la Rosa tuvo que acudir a terapias y talleres de superación personal que lo ayudaron a comprender el proceso por el que estaba pasando, y, señaló que, su caso es leve en comparación con las situaciones que muchos homosexuales tienen que pasar.

Resaltó ser una persona “bendecida”, pues, con el paso de los años ha aprendido a amarse y a extender su apoyo por redes sociales a aquellos que todavía no han podido “salir del closet”.

“Semipopi más que un personaje, lo que hace es mostrarles a las personas una realidad; una persona normal que a pesar de todo puede ser feliz y que no pide aceptación, sólo respeto”, resaltó.

Tanto Starlyn como De la Rosa, afirman no culpar a sus padres ni a sus círculos sociales por intentar volverlos personas “normales o aceptadas”, ya que consideran que la homofobia es un tema cultural, y, más allá de lo que la gente cree de manera independiente, “sus prejuicios fueron inculcados junto a la educación machista que predomina en la República Dominicana”.

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La Asociación Americana de Psicología, APA, por sus siglas en inglés, indica que, la orientación sexual en muchos casos  tiene que ver con la biología, incluidos los factores hormonales genéticos o innatos y no con una elección.

Resaltan que, pese a que las personas pueden decidir actuar acorde a sus sentimientos, ser gay o heterosexual no es algo que se pueda elegir y que esta orientación puede aparecer a principios de la adolescencia sin ninguna experiencia sexual previa.

Asimismo, las situaciones relatadas no son casualidad o consideradas casos aislados, pues, según la Estadística Nacional LGBTI 2020, financiada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Embajada del Reino Unido, en el marco del proyecto Ser LGBTI en el Caribe, más del 97% de las personas que pertenecen a la comunidad (tomando como referencia a las 7000 encuestadas), denuncian haber sido víctimas de violencia física o de algún tipo de agresión al menos una vez en sus vidas.