El ministro de la Presidencia declaró ayer que el Gobierno no tiene previsto promover ninguna reforma fiscal ni revisión de incentivos impositivos, en aparente respuesta a un proyecto de ley introducido en la Cámara de Diputados que procura modificar incentivos fiscales que reciben diversos sectores productivos.
José Ignacio Paliza dijo a través de su cuenta X que “no hay ni habrá en este gobierno una nueva iniciativa de ese tipo”, al considerarlo “un caso cerrado”, lo que deja sin aliento al proyecto del diputado oficialista Ramón Alfonso Genao Lanza, que procura eliminar o disminuir exoneraciones y exenciones.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) había expresado que esa iniciativa congresual sobre incentivos fiscales otorgados a empresas de zonas francas, industria del cine, energía renovable, sector agropecuario y unidades productivas instaladas en lafrontera, vulnera el clima de confianza que debe prevalecer entre gobierno y empresariado.
El presidente Luis Abinader estaba ayer en Washington, donde ofreció una conferencia ante empresarios textileros sobre las ventajas de invertir en República Dominicana, por lo que las declaraciones de Paliza procuran alejar al Gobierno de un proyecto que contradice las bondades que ofrece el país a los inversionistas.
Un reporte de la Dirección de Impuestos Internos reveló que las recaudaciones fiscales fueron menores a lo proyectado para enero en 1,362 millones de pesos, equivalentes a 1,6 por ciento, con lo cual el año inicia con fatídica baja en los ingresos mensuales, sin que las autoridades identifiquen fuentes alternas que no sea endeudamiento público.
El Gobierno descarta embarcarse en una reforma fiscal en lo que resta de gestión, lo que quiere decir que la inversión de capital se mantendrá en su mínimo histórico de 2.2 % del Producto Interno Bruto (PIB) y el déficit fiscal por encima de un 3.0 por ciento a menos que ocurra un milagro económico por el lado de la minería.
Por mayor eficiencia que muestre la DGII, las recaudaciones proyectadas se mantendrán cercanas al 15.5 % del PIB, pero el gasto corriente y la demanda de inversión requieren de cuanto menos un 18.5%, si se quiere reducir el déficit fiscal.
Para afrontar ese contexto de crónico déficit fiscal se requeriría entonces que en lo que resta de gobierno se exploten yacimientos de tierras raras de Pedernales, oro en San Juan, que prosperen los acuerdos con Guyana de exploración petrolera, o cualquier otro milagro que aleje a la economía del endeudamiento.