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Hundiendo el país

Hundiendo el país

Manuel Fermín

El último ramalazo en la espalda de la República lo dejaría el látigo oficialista si hace aprobar como ley todo un enredo jurídico contra la propia historia de la nación dominicana.

El presidente Abinader que juró defender el país de ese “agujero negro” que amenaza con la desintegración y absorción de nuestro país que es la migración haitiana, nos ha traicionado, y lo hace engañándonos con la tramoya montada en todos los escenarios de pedir socorro para un vecino desesperado y no atendido “perjurando que el país no puede ser solución al problema haitiano”.

El Gobierno clamando por Haití y nadie de la comunidad internacional le hace caso, pero sí atiende las exigencias de que su discurso ruede por los suelos brindando la oportunidad de oro para inclinar la balanza a favor de los intereses de quienes pretenden convertir nuestro territorio en un gran campamento de haitianos bajo el disfraz de refugiados.

Tenemos que proponernos atajarle en el camino de destruirnos, y no debemos permitir que lleve su plan más allá de los linderos de 2024.

Hay un ataque muy grave contra la soberanía por un colectivo montado en el Estado con la intencionalidad política de permanecer en el poder sin importarle la deriva que tome nuestro país permitiendo que la inestabilidad misma que hay en el fallido Estado sea transferida a tierra dominicana por ciertos elementos de ONU y de USA que no cesan en darle órdenes al Gobierno.

Prestarse a hundir la nación dominicana, y quebrarse ante las férreas redes norteamericanas y de ONU, es decir, permitir conculcar por manos ajenas la sagrada soberanía de la nación son intromisiones que nos vejan y pretenden prepararnos para fusionar y dañar la República Dominicana por absorción de la fatalidad haitiana.

Desengañémonos, esta crisis exige energía para parar en seco el deseo de durar de un gobierno con gente capaz de aceptar la demolición del Estado atemorizados por la coercitiva amenaza insoportable y cruel de poderes extranjeros. ¡Qué vergüenza!